Un total de 14 cámaras de videovigilancia controlarán la delincuencia en la calle San Francisco. Estarán instaladas para finales de este año en los 500 metros de calle que separan el puente de Cantalojas y la plaza del Corazón de María, y se regularán desde el centro policial de Garellano.

El Ayuntamiento bilbaíno recurrirá, finalmente, a la videovigilancia en la calle San Francisco como medida “absolutamente excepcional”, según advirtió el concejal de Seguridad Ciudadana, Eduardo Maiz. De hecho, descartó instalar este sistema en cualquier otra zona de la ciudad.

Las razones para tomar esta decisión están directamente relacionadas con los índices de delincuencia actuales. Sólo en la calle San Francisco, el índice de delitos duplica ampliamente al de Bilbao en su conjunto.

Mientras en esa calle hay una tasa de 107 delitos por cada 1.000 habitantes (750 delitos al año sólo en esta calle), la ciudad contabilidad unos 40 delitos por cada 1.000 habitantes.

Con una inversión de 320.000 euros, las cámaras estarán colocadas a lo largo de la calle, a unos 30 metros una de otra, pero también se instalarán en las esquinas, de modo que observen también lo que sucede en las zonas adyacentes a San Francisco.

Su objetivo es tanto preventivo como disuasorio. El propio concejal reconoció, de hecho, que, al conocer la ubicación de las cámaras, los delincuentes pueden evitar la zona, con lo que el fenómeno podría extenderse a otras zonas de la ciudad.

Los vecinos que residen en San Francisco no han puesto pegas al sistema de filmación, a excepción de algún comerciante, según concretó Maiz. El Ayuntamiento ha descartado, al menos de momento, incrementar las dotaciones policiales para esta zona, donde tres patrullas –seis agentes- tratan de controlar a diario la delincuencia.