Frantisek, de la República Checa que llegó a Vigo en septiembre y vio por primera vez el océano. «Fue la primera vez que nadé en el mar», dice. Aunque le cuesta hablar castellano y no tiene muchas oportunidades de comunicarse en inglés, asegura que le gustan mucho el «pulpo y los mejillones».

Karen, de Alemania, estará este segundo cuatrimestre y dice que, «aunque no he visto mucho, todos parecen muy amables». Iulia, de Rumanía, lleva aquí dos semanas. Vino con miedo porque no sabía español, pero ahora ya le está cogiendo el truco.