La Sección Sexta de la Audiencia de Barcelona ha condenado al portavoz del sindicato de manteros de Barcelona, Mamaru Lamine Sarr, y otras cuatro personas por un delito contra la propiedad industrial, por vender en el top manta, a una multa de 120 euros -menos uno que deberá pagar 240, al ser reincidente-, y rechaza expulsarle tal como pedía la Fiscalía.

En la sentencia, el tribunal absuelve a otras dos personas que estaban en el piso de la calle Calàbria donde la Policía incautó productos de top manta como bolsos, zapatillas, camisetas y gafas de sol, al no haber participado en la venta, y también descarta su expulsión.

A los cinco condenados, el tribunal también les obliga a indemnizar a las marcas que sufrieron un perjuicio a raíz de la actividad de venta irregular.

En los hechos probados, la sentencia recoge que en vigilancias policiales el 12, 13, 14, 15 y 18 de julio de 2016, se tuvo conocimiento de que los acusados vivían en un piso en Barcelona donde se almacenaban réplicas de bolsos, gafas, camisetas y equipamientos de fútbol de marcas de lujo conocidas, así como logotipos sueltos de algunas.

Estos materiales estaban destinados a ser vendidos en la vía pública por estas personas que los habían adquirido de forma individualizada en los varios almacenes de Badalona (Barcelona), que almacenan y suministran este material importado.

El tribunal considera que en el juicio no se han logrado pruebas suficientes para "sostener que haya una organización, un reparto de papeles, una economía común y una mínima dirección por parte de alguno de ellos sobre los demás".

Del análisis del material incautado, se llega a la conclusión de que "en ningún caso los elementos analizados que constan como dudosos llevan ni los embalajes ni los envoltorios ni las etiquetas propias de las marcas, ni las zapatillas, que son obligatorias por la normativa", y los logotipos no reúnen las condiciones de calidad.

En el juicio, el portavoz del sindicato aseguró que solo vendía camisetas cuya marca ya estaba puesta y que no formaban parte de ninguna organización, sino que trabaja por su cuenta.

La Guardia Urbana de Barcelona identificó el miércoles a dos educadoras sociales en la zona de plaza Catalunya en el marco de un operativo contra el 'top manta', han informado fuentes municipales.

Según ha publicado 'El País', agentes de la Urbana, de Mossos d'Esquadra y de la policía portuaria preparaban dispositivos contra la venta ambulante en la zona de Colón y después en plaza Catalunya, y en ambos casos las dos mujeres se acercaron a los vendedores y éstos se marcharon antes de la intervención policial.

Fuentes municipales han explicado a Europa Press que los agentes identificaron a las educadoras en plaza Catalunya al verlas, pero han subrayado que éstas no podían avisar a los manteros porque no disponen de información sobre operativos policiales.

Y han recordado que el servicio de educadores de calle está en funcionamiento desde verano de 2018, con la función de intervenir específicamente con el colectivo de vendedores ambulantes para derivarlos a los servicios de atención social y de inserción laboral, y también para hablar con comerciantes y afectados.

Las mismas fuentes han explicado que hay otros servicios municipales de educadores de calle para otros colectivos con impacto en el espacio público.

Fuentes de la Guardia Urbana también han informado a Europa Press de que los agentes vieron a las educadoras justo antes de los dispositivos contra el 'top manta', pero que no hay indicios de que su presencia estuviera relacionada con el operativo y que no tienen acceso a este tipo de información de carácter policial.

Fuentes de Mossos d'Esquadra también han explicado que en el operativo contra la venta ambulante se identificó a dos mujeres.

En un comunicado, el sindicato Csif ha acusado al consistorio de avisar a los vendedores, ha criticado la "clara convivencia del Ayuntamiento con los manteros y la venta ilegal" y ha asegurado que la Fiscalía debería actuar de oficio y abrir diligencias de investigación ante los hechos.