"Es un tema que nos preocupa y lo que queremos es dar información el enorme colectivo de personas inmigrantes que hay en las islas para que conozcan el teléfono, lo utilicen y les sirva como un canal positivo", dijo. Acerca de las mencionadas entrevistas terapéuticas, Gastalver detalló que se trata de reuniones en persona con psicólogos, abogados, médicos o trabajadores sociales que tratan de ayudar a las personas que acuden al servicio.

Otro de las factores emergentes, según el balance presentado, con un 12%, son los casos de problemáticas específicas de la mujer como baja autoestima, malos tratos, embarazos, prostitución... El 70% de las llamadas que se reciben son de mujeres. "Es difícil cuantificar cuánto peso tiene cada una de las causas porque suelen ser situaciones complejas en las que concurren varios problemas y requieren un tratamiento transversal", aclaró.

El Teléfono de la Esperanza de Palma, formado por casi una cuarentena de voluntarios, cumple 22 años atendiendo durante las 24 horas del día la salud emocional de las personas que se encuentran en momentos de dificultad psico-social, "no resolviendo sus problemas sino orientándoles para que ellos mismos salgan adelante".

Un total de 3.954 personas de Baleares pidieron ayuda al Teléfono de la Esperanza en 2007, de las cuales un 47% lo hicieron por problemas de soledad, incomunicación o depresión. Recurrieron a este servicio un 9% más de personas que en 2006. El volumen de consultas atendidas se ha duplicado en los últimos cinco años.

El perfil de la personas que acude a este servicio es el de una mujer de 40 años, soltera o separada que atraviesa una crisis de soledad y que, a menudo, ya está en tratamiento por depresión y trastorno de ansiedad. Tiene un entorno relacional pobre en el que además se siente incomprendida y reacia a sincerarse, inclinándose a conocer personas de forma virtual, lo que aumenta su aislamiento.

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