Magia blanca, rosa, invocación de espíritus... no, no se trata de la nueva película de Harry Potter sino de una de las citas de First Dates donde el ocultismo fue una constante en la conversación. Y es que Alejandro llegó al programa de este jueves de Cuatro admitiendo que "llevo practicando la brujería blanca desde los 10 años. He conseguido de todo, sobre todo ayudar a gente, casi nunca hago nada para mi ".

El valenciano le explicó a Carlos Sobera que llevó un kit de brujería rosa al programa para "que la cita fuera bien y triunfara el amor". Ante la sorpresa del presentador, el joven desplegó los elementos del conjuro (cuarzo rosa, chucherías, miel y una vela rosa) y lo pronunció junto a Sobera y las camareras del programa antes de que llegara su cita, Raúl.

El madrileño, por su parte, admitió en su presentación que "no he tenido una relación seria como tal y creo que es hora de ir avanzando y de ir aprendiendo de la vida. Soy una persona que le gustan otras personas, soy bisexual, pero no me gusta ponerme etiquetas". También explicó que trabajaba como actor de terror y que, por tanto, creía en los espíritus. Detalle que le encantó a Alejandro, que le explicó que "suelo quedar con amigos para invocar a un espíritu y hablar con él, está muy guay". Ante la cara de sorpresa de su compañero de cena, que admitió que "yo no lo he hecho nunca, pero me mola", el valenciano continuó explicando que "hay que saber hacerlo con protección porque, si se te mete algo dentro, la puedes liar muy parda".

Durante la cena también hablaron de sexo, donde Raúl admitió que "me defino como alguien X, no quiero tener una etiqueta e intento normalizarlo al máximo ya que yo no me enamoro de genitales sino de personas". Por su parte, Alejandro le respondió que "yo soy gay y no puedo decir esas cosas porque sería mentira. Yo me enamoro en parte de genitales y en parte de la persona que lleva esos genitales. Ojalá pudiera enarmonarme solo de la persona como hace él por qué así tendría el doble de oportunidades, me parece fascinante", admitió.

También hablaron sobre qué tipo de relación prefieren, y ambos coincidieron que no tendrían problema en tener una relación abierta, y de sexo, campo en el que Raúl reconoció tener "muy poca experiencia", pero en cambio Alejandro le confesó entre risas que "yo de sexo tengo para dar y tomar". Al final de la cita el conjuro de magia rosa del valenciano, funcionó, y ambos decidieron que se volverían a ver porque querían conocerse más.