En total, los sobreprecios han supuesto 3,8 millones de euros de ingresos a mayores para esta constructora. De ellos, 1,55 millones fueron cobrados a los compradores de los pisos protegidos de Navia y los otros 2,27 millones se corresponden con «otras promociones», según las declaraciones de los afectados por esta supuesta estafa.

La justificación para el incremento de precios de los pisos era la realización de unas mejoras en los pisos «que no existen», tal y como afirmó ayer uno de los vecinos de Navia.

Las cantidades cobradas oscilan entre los 12.000 euros pagados en un primer piso y los 46.000 euros que pagaron a mayores quienes compraron un quinto piso.

Uno de los socios de Construcuatro es Telmo Martín, portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Pontevedra. Precisamente él es el único de los tres socios de la empresa que aún no han pasado por el juzgado a declarar. Por ello, los afectados anunciaron ayer que su abogado solicitará esta comparecencia.

La semana pasada, uno de los socios de la empresa, José Manuel Torres, reconoció el cobro de estos sobreprecios porque, afirmó, los pisos que vendía eran «buenos y muy baratos». Mientras él declaraba, los afectados denunciaban ante los juzgados su situación, llegando a afirmar que Torres los amenazaba con vender el piso a otra persona si no aceptaban el pago de dinero a mayores.

En el caso de la urbanización viguesa de Navia, los precios de los pisos de protección están fijados alrededor de los 110.000 euros para los inmuebles de dos habitaciones y de los 126.000 euros en el caso de los que tienen tres habitaciones.

Puede haber más casos en Galicia

Las primeras denuncias por el presunto cobro de sobreprecios en Navia fueron interpuestas en diciembre de 2006 en Vigo. Posteriormente, la Consellería de Vivenda abrió un expediente a la empresa Construcuatro, aunque éste no podrá resolverse hasta que haya una sentencia, pues la vía judicial prevalece frente a la vía administrativa. Según la conselleira de Vivenda, Teresa Táboas, en Galicia hay más casos de sobreprecios, pero no se han materializado en denuncias como ha sucedido en el caso de Vigo.

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