Unas 500 personas, según el partido Pacma, y unas 150, según el Ayuntamiento de Barcelona, se han concentrado este miércoles en la plaza Sant Jaume, ante el consistorio, para condenar la muerte de un perro que fue abatido por un agente de la policía municipal.

Pacma ha exigido a la Guardia Urbana una investigación para esclarecer los hechos, que ha considerado "muy graves". Asimismo, ha afirmado que esta concentración ha sido el punto de partida y ha anunciado que no parará hasta que se depuren todas las responsabilidades.

Durante la concentración se han producido algunos momentos de tensión, cuando los manifestantes han lanzado vallas contra la puerta del Ayuntamiento.

Los hechos sucedieron el martes, cuando una patrulla quiso identificar a un hombre en el distrito de Sants-Montjuïc. El perro que lo acompañaba se abalanzó sobre los agentes y mordió el brazo a uno de ellos, que le disparó. La actuación, según la Urbana, fue "en defensa de su integridad física" y no tuvo otra opción.