Los resultados definitivos de los análisis realizados por la Junta a los restos de un oso pardo encontrado por un cazador el pasado mes de diciembre en Resoba han descartado la muerte por envenenamiento y confirmado como causa del fallecimiento un traumatismo craneal de origen desconocido, según indicaron hoy fuentes del Gobierno regional.

Los primeros resultados de la necropsia del ejemplar de oso pardo hallado el 1 de diembre ya apuntaban a un fallecimiento por causa accidental, según el informe elaborado por el Centro de Recuperación de Animales Silvestres de Burgos, donde fue trasladado el cadáver. En cualquier caso y para descartar cualquier otra causa, se tomaron muestras para su análisis.

Los restos corresponden a un ejemplar de menos de dos años, que se encontró en avanzado estado de putrefacción y predado. En el análisis de sus restos se detectó una contusión fronto-nasal con hemorragia interna. En los demás restos no se apreciaban otras lesiones. El contenido estomacal estaba formado por bellotas y pequeños huesos. Igualmente se detectó una parasitación en el intestino delgado de nematodos, algunos de 30 centímetros. Esto indicios apuntaban a un caso de mortalidad accidental.

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