Los hechos se remontan a 2010, cuando el condenado asaltaba por las noches a la víctima, que tenía doce años, aprovechando que el resto de la familia estaba dormida, para tocarle sus partes íntimas, siempre bajo amenaza de causarle daño a ella o a su madre si denunciaba los hechos, han informado a Europa Press fuentes del Alto tribunal.
Esta situación se repitió en reiteradas ocasiones hasta 2017, cuando la víctima le contó a su madre los abusos. Esta le instó a denunciar, pero no lo hizo por miedo a que el agresor pudiera hacer daño a su hija recién nacida.
Ese mismo año el acusado forzó una noche a la hermana pequeña de la primera víctima, que tenía 13 años y contaba con una discapacidad del 52 por ciento por retraso madurativo. Esta segunda víctima le contó en seguida a su madre los hechos, pero fue la abuela de las agredidas la que finalmente interpuso la denuncia en la comisaría de Policía, dando lugar a la iniciación del atestado policial y posterior procedimiento judicial.
El agresor ha sido condenado por un delito continuado de agresión sexual a ocho años y nueve meses de prisión y posterior libertad vigilada de 8 años.
Por un delito continuado de violación, puesto que los tocamientos iniciales fueron a más con el paso de los años, el juzgado le condena además a 13 años y siete meses de prisión y libertad vigilada durante diez años.
Por último, se suma un delito de agresión sexual a una menor de 16 años, con una pena de ocho años de prisión y libertad vigilada por otros tantos años.
Además, deberá indemnizar a las víctimas con 30.000 y 6.000 euros y abonar las costas procesales, incluidas las de la acusación particular.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios