Hace aproximadamente un mes que la Guardia Civil tuvo noticias de las masivas concentraciones que se producían los sábados por la tarde en esta finca. Desde el exterior parecía una nave agrícola, pero una vez dentro se descubría un moderno y confortable escenario de lucha de gallos con una grada de asientos de tres alturas.

Además, también se había montado un bar con sus correspondientes sillas para dar servicio a los clientes. La Guardia Civil montó durante las siguientes semanas un plan de vigilancia. Cada semana se concentraba en la finca un centenar de personas. Muchas de ellas llevaban jaulas con gallos, y acudían a presenciar las luchas de estas aves, una práctica que está considerada ilegal y que además se sanciona con penas de multa.

La finca está ubicada cerca de la depuradora y está casi al límite de la localidad, la construcción que se ha realizado es ilegal. Las peleas de gallos en Mallorca están directamente relacionadas con etnias gitanas. La mayoría de aficionados son vecinos de Son Banya, algunos de ellos pertenecientes a importantes clanes del tráfico de droga.

En cualquier caso, en la redada del pasado sábado no se incautó dinero porque no era el objetivo de la operación. Sólo se intervino las aves, 27 en total, muchas de ellas con graves lesiones tras haber participado en peleas. Los gallos han sido incautados.

Sin embargo, Jaume Morro, dueño de la finca declaró "no hacemos nada malo, no maltratamos a los animales, al contrario, los cuidamos". Asimismo, aseguró que nunca se han escondido, "hace 30 años que organizamos pruebas. Tenemos incluso una asociación con más de 500 socios". Pero apuntó que "no se mueve mucho dinero" y se quejó que en estos momentos se intente relacionar también esta afición con la presencia de traficantes. "Hay gente de Son Banya aficionada a los gallos, nada más".

CONSULTA AQUÍ MÁS NOTICIAS DE PALMA DE MALLORCA