Tissa y Toñi, como se llaman estos felinos, ya tuvieron descendencia en dos ocasiones en el parque, en mayo de 2007 y en agosto de 2012, aunque sus hijos ya no se encuentra en Bioparc Fuengirola ya que fueron enviados a otros parques de animales dentro del programa de conservación de la especie después del tiempo estipulado con su madre, según ha precisado el parque en un comunicado.
El inicio del apareamiento de estos felinos es señal del bienestar y adaptación que tiene esta pareja de leopardos en Bioparc Fuengirola, que fomenta la mencionada mejora de su hábitat en el parque. La reforma de esta área ha supuesto la ampliación de la zona disponible para la especie hasta seis veces su tamaño original, además del incremento en volumen del hábitat, incorporándose ramas a diferentes alturas, llegado hasta los 12 metros de altitud.
Esta remodelación también ha significado una nueva forma de observación para los visitantes al parque, ya que este hábitat confiere nuevos puntos de vista dentro de los espacios para las especies dentro de los parques de animales y una experiencia mucho más inmersiva para los visitantes, dentro del concepto de zoo-inmersión que prevalece en Bioparc Fuengirola.
Los leopardos, a diferencia de otros felinos, son animales que pasan mucho tiempo encaramados en las ramas de los árboles. Para esta especie los árboles no son solo un lugar donde descansar con seguridad, ya que, además, los utilizan para observar y divisar a sus posibles presas y para alejar la comida del suelo y así evitar ser robadas por otros animales carroñeros.
Para conseguir todo este proceso de mejora durante meses un gran número de especialistas han trabajado para dar forma a este hábitat. Desde arquitectos, obreros, veterinarios, técnicos del equipo de zoología, tematizadores y hasta personal de tecnología y electricidad se han esforzado para crear el área más fidedigna para la pareja de leopardo de Sri Lanka del parque.
Bioparc Fuengirola colabora en el programa de conservación europeo del leopardo de Sri Lanka de la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA) desde la apertura del parque en 2001, además de participar en el Comité de conservación de leopardos de Sri Lanka del mismo organismo.
Esta subespecie es endémica de Sri Lanka, es decir, su único hábitat natural son las selvas tropicales, bosques húmeros y zonas áridas de matorral de esta isla del Golfo de Bengala, y ha sido atacada durante años por la caza furtiva y la destrucción de su hábitat natural, lo que provoca que estén categorizados en peligro de extinción por la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UCIN).
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