El Ayuntamiento de Madrid ha aprobado este lunes en una sesión extraordinaria el proyecto para cerrar al tráfico el centro de la ciudad, al que desde el próximo 30 de noviembre solo podrán acceder sus vecinos y vecinas y quienes conduzcan vehículos no contaminantes, salvo excepciones.

La delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, ha informado hoy en una rueda de prensa de la aprobación de este expediente, uno de los más ambiciosos del Ejecutivo de Manuela Carmena, con el que busca reducir en un 40 % la contaminación por dióxido de nitrógeno (NO2) entre las críticas del PP, Cs y el Gobierno regional.

"Es un día muy importante, a efectos de lucha contra la contaminación  y la preservación de la salud de la ciudadanía me atrevería a decir que es un día histórico", ha dicho Sabanés.

Las altas de residentes a Madrid Central serán automáticas, "no tendrán que darse de alta de forma expresa", ha informado la directora general de Sostenibilidad del Ayuntamiento de la capital, Paz Valiente.

También podrán entrar libremente en la zona los vehículos de personas con movilidad reducida, los coches ECO y los eléctricos, además de quienes acudan a aparcamientos públicos de rotación.

Los servicios de hostelería, por su parte, tendrán permisos individuales para garantizar el desarrollo de su trabajo y si hay demandas no cubiertas por el régimen general podrán optar a diez autorizaciones puntuales.

Valiente ha explicado también que el envío de cartas a los conductores que circulen por Madrid Central comenzará a partir del 8 de enero.

Serán cartas sin sanción que se enviarán entre enero y febrero, a través de las que se informará sobre el funcionamiento de esta nueva zona de bajas emisiones.

Las sanciones, una vez pasado ese período, serán las mismas que las que actualmente se interponen por circular indebidamente por una de las Áreas de Prioridad Residencial (APR), ha indicado Inés Sabanés.

Mientras tenía lugar la Junta de Gobierno extraordinaria, la Plataforma de Afectados por Madrid Central ha permanecido concentrada a las puertas del Palacio de Cibeles.

Sus miembros han anunciado que emprenderán una batería de "acciones de protesta" para "volver a la Mesa de diálogo" de la medida, que a su juicio "rompió" el Ayuntamiento, con el objetivo de que Madrid Central nazca de forma "coherente y razonable".

Estas cincuenta personas han estado apoyadas por el portavoz del PP en el Ayuntamiento, José Luis Martínez-Almeida, y su homóloga en Cs, Begoña Villacís.

Bajo una gran pancarta con el lema 'Madrid Central. Así NO!', la Plataforma, en voz de la comerciante de Centro Isabel García Yáñez, ha leído un comunicado en el que ha asegurado que la puesta en marcha de Madrid Central puede generar "una auténtica contestación ciudadana".

De esta forma, las personas congregadas han cargado contra la "incapacidad" del área de Medio Ambiente y Movilidad para "promover un auténtico debate participativo", así como su "arbitrariedad" a al ahora de tomar decisiones, "analizando de forma aislada el problema de la accesibilidad".

Esto se ha puesto de manifiesto "con las concesiones simbólicas y atropelladas de la última semana, aplazando una semana la entrada en funcionamiento de Madrid Central, como si el problema de Madrid Central se resolviera evitando el 'Black Friday'".

Por todo ello han manifestado que "el decreto de la junta no va a paralizar sus actuaciones" y han pedido a la delegada de Medio Ambiente y Movilidad "volver a la mesa de trabajo para negociar".

El portavoz de la plataforma Pascual Medel ha asegurado que a partir de ahora se les tratará como "ciudadanos de segunda". "Con las APR teníamos 20 pases de cortesía, y uno por propietario de local, y aunque ahora paguemos, se nos ha quitado", ha expresado Medel, quien ha precisado que "la utilización del coche no es un capricho".

En la misma línea, el director general de CTM Madrid, Jorge Somoza, ha asegurado que el sector del transporte se siente "bastante traicionado por el Ayuntamiento" ya que "se abrió un proceso negociador el 11 de octubre, pero en ningún momento llegó una segunda reunión".

"Hay una profunda decepción, porque según el comunicado del Ayuntamiento el viernes, todo va a estar en un proceso de evaluación continua cuando eso se tenía que había que haber hecho antes", ha lamentado.

Por ello, Somoza ha pedido "flexibilización de las medidas, una entrada paulatina para los vehículos y furgonetas de reparto, y también una flexibilización de horarios en la entrada de Madrid Central". Ha apuntado que el perjuicio que se provoca puede alcanzar los 1.300 millones de euros para renovar la flota.

El calendario para que este cambio de flota sea efectivo se ha estipulado en función de la capacidad de carga, el distintivo ambiental, y va desde 2020 hasta el 2025.

"Solicitábamos una flexibilización en torno a tres y cinco años adicionales, porque desde el transporte se beneficia el medio ambiente porque evita desplazamientos particulares", ha puesto en valor Somoza.

Por su parte, el presidente de La Viña, Asociación de Hostelería de la Comunidad de Madrid, Juanjo Blardony, ha indicado que el Consistorio les ha dado "con la puerta en las narices" ya que plantearon "demandas muy concretas" y estas fueron "trasladadas de forma responsable".

"Esto no es una solución; sube la contaminación en el centro de Madrid, y todo ello con un perjuicio a hosteleros, comerciantes y trabajadores", ha lamentado Blardony, quien considera que "se hace con unas políticas que no están teniendo en cuenta un consenso que para esto es necesario".

Sobre estas medidas concretas, Blardony ha enumerado "que el autónomo pueda entrar, que se mantengan los permisos de entrada para esos comercios, restaurantes... con una mejora del transporte público".