La distancia es un problema para muchas parejas, y si encima es por un Erasmus... más aún. Es lo que les sucedió a Deyna y Sergio, una de las citas de este jueves en First Dates. Ella se fue, y esos kilómetros que les separaban fueron un obstáculo insalvable para su relación. Ella pidió ayuda al programa de Cuatro, que no dudó en poner a su disposición el restaurante más famoso de la televisión para, una vez más, dar una segunda oportunidad al amor.

"Más que una cita a ciegas es un reencuentro. Sergio fue una persona muy importante para mí porque estuvimos juntos casi 5 años, pero la distancia al irme a estudiar fuera rompió nuestra relación", admitió Deyna. Él, que no se imaginaba nada, se presentó diciendo que "vengo a First Dates a ver si encuentro el amor de mi vida. Estuve con una persona mucho tiempo, teníamos muchos planes de futuro como irnos a vivir juntos, hacer viajes, e incluso los nombres de nuestros futuros hijos, pero al final no pudo ser y todo se fue al traste".

Carlos Sobera le entregó una caja al madrileño, que al abrirla enseguida encontró un peluche que le resultaba muy familiar, unos auriculares con una canción que provocó un sentimiento especial y un anillo, que ha sido el objeto que le ha dado todas las pistas para saber que su cita no era otra que su pareja durante tantos años, Deyna. Al verse se fundieron en un gran abrazo y él confesó que "tenía muchas ganas de abrazarla y sentir su piel".

En la cena repasaron los errores del pasado, y el motivo por el que se separaron. "Cuando lo dejamos estaba enfadado con ella y tenía rabia dentro. Pero me imaginaba que me habría olvidado y tirado el anillo", admitió Sergio. Pero la madrileña le contestó que "no me lo he quitado desde que lo dejamos, aunque, a veces, he estado tentada de tirarlo. Pero cuando sentía eso, pensaba que no me lo quitaría hasta que te olvidara del todo", añadió ella.

Sergio le confesó a Deyna que "me gustaría que lo intentáramos una segunda vez para si de verdad fue una mezcla de malas decisiones o si de verdad no tenemos futuro juntos", a lo que ella respondió: "No sé si esta cita servirá para una posible reconciliación, pero para tener una buena relación, seguro que sí. Eso sí, tenemos muchas cosas de que hablar...", admitió.

Al final, en el privado, se tomaron el postre, cogieron una tarjeta del corazón que hay en la mesa y pasaron del inocente beso en la frente, a bajar a la mejilla, a fundirse en unos apasionados besos que a ambos les hizo retroceder años atrás, cuando eran felices. Finalmente, se dieron una segunda oportunidad que sellaron frente a las cámaras con más besos.