La CEU acoge una mesa redonda donde cinco hermandades comparten ideas y experiencias sobre la caridad

  • En el marco de una mesa redonda sobre 'La gestión de la caridad en las hermandades' en la sede de Fundación San Pablo Andalucía CEU en Sevilla, cinco hermanos mayores de hermandades y cofradías de Sevilla han compartido sus ideas y experiencias sobre cómo la caridad tiene que transformar la vida de su hermandad y de la sociedad.
Los cinco hermanos mayores, en la mesa redonda de CEU sobre caridad
Los cinco hermanos mayores, en la mesa redonda de CEU sobre caridad
CEU ANDALUCÍA
Los cinco hermanos mayores, en la mesa redonda de CEU sobre caridad

Con un aforo repleto de personalidades de la vida social sevillana y del mundo de las hermandades, en una mesa redonda presidida por el CEO y director general de la Fundación San Pablo Andalucía CEU, Juan Carlos Hernández Buades, intervinieron Félix Ríos (hermano mayor de la Hermandad del Gran Poder), José Antonio Fernández Cabrero (Macarena), José Luis Cabello (Pasión); Ignacio Valduérteles (Soledad) y Marcos Cañadas (El Rocío). Moderó la mesa redonda Felipe García de Pesquera, profesor del Centro de Estudios Universitarios Cardenal Spínola CEU y coordinador del Curso de Especialización del Derechos de Hermandades y Cofradías.

Ríos sugirió, recordando la expresión del Papa Francisco en su Encíclica programática Evangelii Gaudiun 'Iglesia en salida', la necesidad de "hermandades en salida" que estén abiertas y se abran a la sociedad. Tiene claro que la caridad debe transformar las hermandades, sus estructuras y personas para cambiar la sociedad, afirmando que "la caridad no se gestiona, se vive".

En su intervención subrayó que las hermandades tienen que "salir de sus zonas de confort" e ir más allá de sus tres finalidades básicas, que son el culto, la caridad y la formación. En la actualidad es necesario dar un paso más: "tenemos que vivir nuestro ser cristiano" en cualquier tiempo y en toda ocasión.

El hermano mayor del Rocío de Sevilla, Marcos Cañadas, destaca que "llevar adelante la caridad en una hermandad hace felices a todos los que intervienen en el proceso. Por eso, no se debe caer en el automatismo ni acomodarnos a lo de siempre".

Indicó Cañadas que "no es bueno olvidar el sentido final de lo que se pretende, por eso hay que ensanchar nuestro horizonte e ir más lejos, pero al mismo tiempo, mirar al que tenemos al lado en la hermandad. No podemos dejar de reconciliarnos con el hermano que tenemos al lado", resaltando asimismo la importancia social que tienen "la generosidad sin medida de la caridad en las hermandades".

EL PELIGRO DE LAS HERMANDADES COMO "DISPENSADORAS DE BIENES"

La acción social y caritativa de la Hermandad de la Esperanza Macarena es mucha y variada, y su hermano mayor, José Antonio Fernández Cabrero, lo expuso claramente indicando que "las obras de misericordia las vamos llevando a cabo con más o menos dificultad, pero cuánto nos cuestan las obras de misericordia espirituales, cuánto nos cuesta consolar, perdonar, dar buen consejo y sufrir con paciencia los defectos del prójimo".

"La Macarena actúa como el buen samaritano", manifestó, "pero necesita recursos económicos que obtiene del 15 por ciento de las cuotas de la hermandad, y el resto, de suscripciones, donaciones, gestión de colectivos y pidiendo a todos, los recursos y las necesidades a cubrir han crecido por igual en los últimos años", recalcó.

Cabello, de su lado, subraya que la caridad "nos lleva a amar a todos, la evangelización comienza siempre con un acto de amor a los demás, dándonos, para que se cumpla, por sus obras los conoceréis".

Comentó que "en la Fundación de la Hermandad de Pasión toda su tarea se realiza a través de proyectos concretos que se presentan a instituciones públicas y privadas; para eso son muy importantes los certificados de calidad y las auditorías de cuentas, que todo esto conlleva cierta complejidad para que la Fundación funcione como debe".

Ignacio Valduérteles, hermano mayor de la Hermandad de la Soledad de San Lorenzo manifestó que se siente "muy a gusto" con la acción social de su hermandad y que ellos ponen su "granito de arena" de los más de seis millones de euros que representan las acciones sociales y de caridad de las Hermandades de Sevilla.

Señaló que "llevar adelante la caridad nos ayuda a rezar mejor y que la relación entre todos sea más fraterna", pero apunta a un grave peligro: que las hermandades se conviertan en dispensadores de bienes y ayudas. Así, lanzó una propuesta: "para llevar a cabo todo esto las hermandades tienen que elevar su temperatura espiritual para poder ayudar a la sociedad a mejorar desde la plaza pública".

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