Según denunció ayer Manolo de Barros, concejal del PSOE, la inauguración del colegio 51 en Playa de San Juan y las ampliaciones de los centros de El Palmeral y Juan XXIII incrementarán en 500 el número de escolares que se vean obligados al aprendizaje bajo estas condiciones.

 

«Entre los centros de Benalúa, que lleva más de seis años con los alumnos en barracones, Tossalet, Figueras Pacheco y Mare Nostrum, ya había en la ciudad 2.000 escolares con unas infraestructuras de hojalata», señaló De Barros, quien añadió que entre la Generalitat y el Ayuntamiento «se han gastado más de dos millones de euros en construir y alquilar aulas prefabricadas, dinero que se podía haber invertido en la edificación de algún nuevo colegio».

 

Tanto el Tossalet, el C.P. Benalúa y el Mare Nostrum están pendientes de remodelar, según fuentes de la Conselleria de Educación, quienes no se pronunciaron sobre el futuro del colegio 51.

 

Por otra parte, De Barros agregó que el colegio público San Roque, de 220 alumnos, también está pendiente de ser trasladado a la zona de la muralla del Benacantil, junto a la calle Villavieja «desde el año 2002. Está en pésimas condiciones y es el único que hay en la zona del centro».

 

 

El Ayuntamiento de Alicante ofertará para el curso escolar 2005/06 el mismo número de plazas (469 en total) en las cuatro escuelas municipales infantiles (Els Xiquets, 7 Enanitos, Rayuela y Benacantil) que el pasado curso, según indicó Manolo de Barros, quien añadió que «la población potencial usuaria de estos centros se estima en 10.000 niños, pero parece que sólo se prima a quien tiene dinero».

 

¿Qué opinas?
nosevendealicante@20minutos.es