Alarma en Vallecas ante el repunte de la delincuencia durante el verano

  • Varias reyertas con arma blanca ponen en alerta a los vecinos de la zona. 
  • La presencia de patrullas policiales ha disminuido de forma notable durante las vacaciones. 
La calle Peña Gorbea mantiene un aspecto degragado, con ropa tendida y personas bebiendo en los bancos.
La calle Peña Gorbea mantiene un aspecto degragado, con ropa tendida y personas bebiendo en los bancos.
JORGE PARÍS
La calle Peña Gorbea mantiene un aspecto degragado, con ropa tendida y personas bebiendo en los bancos.

Un hombre de 32 años fue apuñalado el pasado martes a última hora de la tarde en la calle Carlos Martínez Álvarez de Puente de Vallecas. Se trata de la última reyerta violenta que ha vivido un distrito que durante el pasado mes de agosto ha sido testigo de varias reyertas y disputas con arma blanca que se saldaron con hasta siete personas heridas.

Esta situación ha hecho saltar de nuevo la voz de alarma entre los vecinos del barrio de San Diego (entre las avenidas de la Albufera y San Diego), que llevan varios años denunciando la situación de degradación de un distrito que sufre problemas de seguridad relacionados con los robos, la prostitución, la okupación, la venta de drogas y el botellón, además de que existe una creciente preocupación por la suciedad de sus calles.

"Nos han robado de todo. Interruptores, bom billas, grifos, el váter... Lo que pillan te lo arramplan", afirma a 20minutos un empleado de mantenimiento de un conocido supermercado cercano a la calle Monte Igueldo, una de las más conflictivas de la zona. "El barrio está ahora lleno de yonkis y bandas latinas. Siempre hay peleas entre latinos, sobre todo por la mañana temprano, que es cuando salen de las discotecas que están más cerca de la M-30", añade este trabajador de 40 años que ha estado unos 30 residiendo en el barrio. "Ya no queda nadie de los vecinos que crecieron conmigo. Se han ido a Rivas, a la zona de la Gavia...".

"Desgraciadamente el barrio está fatal. A mí me robaron una pulsera de oro en la puerta de mi casa. Me durmieron y me la quitaron. Y no soy la única a la que le ha sucedido", cuenta otra vecina, de 75 años, que mantiene su residencia en la zona mientras dirige su mirada a una plaza cercana, repleta de suciedad y de botellas de cerveza de un litro vacías por el suelo y con pancartas en los balcones pidiendo que se respete el descanso vecinal.

"En Vallecas se conoce como la Plaza Vieja, aunque se llame Plaza Puerto Rubio. Es un escándalo que se permita que sea un lugar para hacer botellón", explica un empleado de una contrata municipal de la limpieza viaria . "Es una vergüenza cómo está todo. Tengo 55 años y jamás había visto esto así. Toda la vida aquí ha vivido gente humilde y trabajadora. Las puertas de las casas se dejaban abiertas y ahora es peligroso incluso salir a la calle", sostiene.

Francisco Pérez, concejal-presidente del distrito de Puente de Vallecas, reconoce el incremento de la inseguridad durante el verano. "Existe preocupación por una situación que se ha agravado", asegura el edil de Ahora Madrid. "Ha habido un repunte de la delincuencia después de la bajada de los delitos durante los primeros meses del año (hasta un 11%)", continúa Pérez, que achaca esta situación a «la mayor ocupación del espacio público durante el verano y la disminución de los recursos policiales por las vacaciones de los agentes». "Nuestro distrito tiene tasas altas de desempleo, abandono escolar, inmigración... Esto crea bolsas de pobreza que están relacionadas con la inseguridad ciudadana", analiza este concejal.

La estadística de la Policía Municipal le da la razón a Pérez. El número de patrullas de la Policía Local destinado al distrito durante el pasado mes de julio (últimos datos disponibles) revela que la media de patrullas descendió notablemente respecto al mes anterior. Por ejemplo, en junio los días de más actividad (miércoles y jueves en turno de mañana) se ponían de media en la calle hasta 450 patrullas frente a las 339 que había en julio en las fechas (martes y miércoles de mañana) de mayor despliegue.

A la espera de las cámaras de videovigilancia

Hay otro elemento que podría haber contribuido a mejorar la seguridad ciudadana: la instalación de las 25 cámaras de vigilancia en el distrito que autorizó en marzo la Delegación del Gobierno y que aún no se han puesto en funcionamiento. "Hemos dado instrucciones para que se agilice", dice Pérez, quien tiene previsto reunirse en próximas fechas con el delegado del Gobierno, José Manuel Rodríguez Uribes, y con el delegado de Seguridad del Ayuntamiento, Javier Barbero, para tratar la problemática.

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