Rescate de 48 horas para sacar a un gato de un pozo en Valdemoro

Una vecina alimentó durante más de dos semanas al animal, que había quedado atrapado dentro de un profundo agujero.

Casi dos días de comeduras de coco hasta encontrar la manera de salvar a Moro. Así se llama el gato que quedó atrapado dentro de un pequeño hueco de un garaje, en un hoyo a siete metros de profundidad. El animal fue rescatado la semana pasada.

«Al principio intentamos que entrara en una jaula- trampa atada a una cuerda, pero se escondía en un hueco de la pared cada vez que escuchaba ruidos o veía movimiento», explica Nacho Paunero, presidente de El Refugio. Finalmente «decidimos que estuviera el miércoles entero sin comer y el jueves bajamos la jaula con comida... Después de casi veinte horas, el gatito entró y pudimos sacarlo del agujero. Fue un rescate muy largo y duro».

Extraños maullidos

Moro le debe la vida a una vecina de Valdemoro, que llevaba más de una semana escuchando ruidos que salían del interior del muro del garaje de una casa. Extrañada, decidió subirse a una escalera y mirar por el tragaluz de la pared, de más de tres metros de altura. El sonido que salía de la pared eran los maullidos felinos.

Comida a domicilio

Al ser imposible llegar hasta el gato, la mujer que lo encontró fabricó un artilugio, con dos pequeñas cubetas de plástico atadas a una cuerda de esparto, para dar de comer al animal. Uno de los recipientes lo llenaba de agua y el otro de comida. Así pudo alimentar a Moro durante más de dos semanas, hasta que lo rescataron, lo que permitió al gato sobrevivir durante tantos días en esas condiciones tan precarias. Hoy, Moro está a salvo y en perfecto estado de salud.

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