Muy pendiente de que ninguna palabra se malinterprete, Magdalena Valerio (Torremocha, 59 años) ha sido posiblemente la ministra que menos pelos en la lengua ha tenido en el arranque de legislatura. Ha aceptado el "pragmatismo" del poder, admitió que le colaron un "gol por la escuadra" y adelantó el anuncio del acuerdo social para sorpresa de los sindicatos. Tampoco teme mucho las críticas. "No las necesito teniendo a mi hijo, que es el que más caña me da", bromea en su despacho durante una entrevista con 20minutos. Le espera un horizonte difícil. La recuperación da síntomas de agotamiento.

¿Teme que la desaceleración económica afecte a su mandato?

Uno no elige cuándo le proponen ser miembro de un Gobierno. Es un honor y dices que sí incondicionalmente, no le debes decir no a tu país... salvo enfermedad grave. Yo la tuve, la superé y la vida me ha dado una segunda oportunidad. El presidente y yo éramos ya conscientes de que se estaba produciendo una desaceleración económica global. Pero los cargos, como las herencias, no se aceptan a beneficio de inventario.

El dato de empleo de agosto ha sido pésimo y el última día de mes la bajada de afiliados fue histórica.

Ese día fue viernes y algunos empresarios tienen la mala costumbre de despedir los viernes y dar altas el lunes. No podemos guiarnos solo por datos negativos; el dato de julio fue estupendo, los contratos fijos han crecido un 33% respecto a agosto del año pasado...

Pero esa tendencia del empleo fijo ya se producía con el PP.

Eso le iba a decir. Llevan creciendo 55 meses seguidos. Pero la tendencia se incrementará aún más con el Plan por el Empleo Digno que hemos diseñado junto a los sindicatos y los empresarios. Se fomentará que cada vez haya más trabajo, de mayor calidad, se controlará la temporalidad, los falsos autónomos y la contratación parcial fraudulenta.

¿La mejora de la calidad se producirá a costa de que haya menos trabajo?

Confío en que no.

Su antecesora pactó con los sindicatos subir el SMI a 850 euros para 2020 y ustedes se comprometieron a subirlo a 1.000. ¿Mantienen su promesa?

Los sindicatos y los empresarios ya firmaron en julio una subida salarial a 1.000 euros...

Pero ese acuerdo afecta solo a empleados con convenio. Le preguntamos por el SMI, el que fija el Gobierno previa consulta con los agentes sociales.

En principio el Gobierno no va a adoptar ninguna medida sobre el SMI. Los propios agentes sociales así lo quieren. Vamos a esperar a ver cómo funcionan los convenios colectivos y en función de eso actuaremos. Queremos que se debata en la mesa de Diálogo Social.

No nos queda claro. ¿Subirán el SMI a 1.000 euros en 2020?

Todavía está lejos 2020. No digo ni que sí, ni que no.

¿Y lo van a subir en 2019?

En principio no está previsto.

Pero el Gobierno de Báñez sí lo contemplaba: una subida a 780 euros condicionada a crear 450.000 empleos y a crecer un 2,5%.

Los acuerdos que suscribió el anterior gobierno se van a respetar. Veremos cómo avanzan las cosas... y si deben hacerse retoques lo haremos en la Mesa.

¿Subirá el SMI aunque la desaceleración haga crecer el PIB menos del 2,5%?

Nos comprometemos a replantearlo. El acuerdo es el que es, pero si no se cumplen las dos condiciones... van a ser los propios sindicatos los que pidan revisar el acuerdo. Mi compromiso es llevar cualquier modificación a la Mesa y que de allí salga la decisión.

Foto: JORGE PARÍS

Llevamos 30 años con una temporalidad disparada. No es cosa de ahora. ¿No es el momento de dar oportunidades a otros modelos, como el contrato único?

Eso es muy de Ciudadanos, de cuando eran socialdemócratas, ahora ya han cambiado a liberales o no sé muy bien lo que son. En la agenda de este Gobierno no está establecer el contrato único, pero sí reducir las modalidades contractuales. Un contrato temporal puede estar justificado para determinadas obras y servicios.

¿Qué aspectos quiere cambiar en la legislación laboral?

Hay cuatro cuestiones que se pueden sacar adelante en esta legislatura con apoyo del resto de grupos. La reforma de las subcontrataciones, la ultraactividad de los convenios, la primacía del convenio sectorial sobre el convenio de empresa y el control de las horas extra.

¿Todo en esta legislatura?

Yo creo que sí. Cuanto antes mejor.

Pero... ¿tiene apoyos en el Congreso para ello?

Estamos en ello.

Y si no los tiene, ¿lo aprobaría por decreto?

Vamos a ver qué grado de acuerdo se puede conseguir. Si puedo ir vía ley, iré vía ley. Pero es urgente que el mercado de trabajo funcione bien, así que si no queda más remedio utilizaremos esa vía para modificar los aspectos más dañinos de la reforma laboral.

Usted criticó mucho uso del decreto ley por el Gobierno anterior. ¿Se siente cómoda con que en estos 100 días lo haya usado su Ejecutivo más que Rajoy en su arranque?

Yo prefiero gobernar con leyes ordinarias que con decretos, pero si están justificados y fundamentados, como los que ha aprobado el Gobierno al que pertenezco, no me siento incómoda.

¿Los autónomos son los nuevos parias del mercado laboral?

Son tres millones y hay de todo, socios de grandes empresas, comerciantes, taxistas, miembros de órdenes religiosas. ¿Parias? Es verdad que no tienen retribuciones estables. Algunos cotizan muy por encima de lo que deberían porque su ingreso no les da ni para cotizar el mínimo de 300 euros al mes; y otros cotizan menos de lo que deberían.

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¿Es partidaria de quitar la voluntariedad de cotización de los autónomos?

Existe cierta unanimidad en que la cotización de los autónomos debe ser por tramos y tener en cuenta los ingresos. No puede ser que quien gane 50.000 euros al año, pague 300 euros al mes. Tiene que ser proporcional. Habría que establecer una tarifa plana para quien ingrese menos del SMI y, a cambio, que los que tengan ingresos mayores coticen más.

Pero eso no es eximir del impuesto a quien gane menos del SMI, como anunció Podemos tras su reunión con Sánchez.

Vamos a ser cautos, yo no entendí que hubiese un acuerdo firmado.

Iglesias dijo que había acuerdo.

No quiero comentar el tema. Yo no estuve en esa reunión con el presidente.

¿Usted es partidaria de que no se cotice nada si se ingresa menos del SMI?

Yo sería partidaria de un tipo de tarifa plana. Creo que hay que adecuar las cotizaciones a los ingresos... y que una contribución mínima hay que hacer.

¿Teme que eximiendo de cotizar se incentive a muchos a ocultar cualquier ingreso que supere el SMI para evitar pagar autónomos?

Podría ocurrir, claro. Yo quiero que se cotice según los ingresos reales, no por debajo de ellos para defraudar a la Hacienda pública y a la Seguridad Social.

¿Entonces se debería cotizar siempre un mínimo?

Claro, sería lo razonable mientras se esté en situación de adversidad.

¿Y qué mínimo tiene en la cabeza? ¿Los 50 euros que fijó Báñez?

No tengo ni idea, no hemos llegado a ese punto de concreción.

¿Qué pronostica para las pensiones? ¿Habrá una devaluación paulatina de las altas?

Tengo confianza en que no ocurra eso y tengo esperanza en el futuro del sistema público de pensiones. El nuestro es un sistema de reparto: las prestaciones se pagan básicamente con la cotización de los activos. Cuando hay problemas en el mercado de trabajo, estos sistemas se ven afectados y es lo que está pasando en el nuestro. El PP solo tomó una medida, recortar el gasto con una cuasi-congelación de pensiones al 0,25% y usar el Fondo de Reserva. Nuestro objetivo es reorientar este transatlántico y reflotarlo para 2022 o 2023.

Habla de resolver el déficit actual de 16.000 millones. Y después, ¿qué futuro prevé?

El sistema público de pensiones no se podrá mantener solo con cotizaciones. Hay gastos deberían estar pagándose desde hace tiempo con impuestos. Y las prestaciones deben ser completadas con transferencias progresivas de los Presupuestos. Luego ya veremos si es con imposición general o con impuestos ad-hoc. Pero el futuro del sistema está garantizado y tiene que ser un sistema de mínimos dignos y sin devaluar la pensión máxima.

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Usted lideró personalmente el impuesto a la banca que iba a recaudar 800 millones al año para las pensiones. ¿Le decepciona que se haya descartado?

Estamos con una aritmética parlamentaria que es la que es. No tenemos mayoría absoluta.

¿Les presionó el sector?

A mí la banca no me ha presionado nada. En Hacienda se está hablando de una reforma fiscal y si en esa reordenación los responsables piensan que es mejor apostar por el impuesto de transacciones financieras o la tasa Google, pues lo respeto y lo comparto. Doctores tiene la iglesia, yo no soy una experta en impuestos

¿Han tenido miedo a que les consideren izquierdistas peligrosos?

Yo soy de izquierdas... pero no me considero nada peligrosa.

¿Cuánto van a subir las pensiones en 2019?

Pues todavía no lo sé, no sé lo que va a subir el IPC. Ahora no tengo la bolita de cristal...

Imagine que es el 1,6% o 1,7% que prevén los organismos económicos.

El compromiso del Gobierno es garantizar el poder adquisitivo de las pensiones como ha ocurrido hasta la reforma de 2013 que impuso el PP unilateralmente. Este año se ha subido el 1,6% y en el hipotético caso de que el IPC suba por encima, se pagará una paga compensatoria, como se hacía antes. No obstante, este asunto está siendo objeto de debate con los grupos parlamentarios y en la Mesa de Diálogo Social y la decisión final dependerá de todos esos ámbito de debate.

¿O sea que habrá una paga extra para compensar la pérdida de poder adquisitivo?

Eso es.

¿Y esto cómo se va a aprobar en Congreso? ¿Por decreto?

Como digo, todas estas cuestiones están encima de la Mesa de Diálogo Social y del Pacto de Toledo. Y me consta que el Gobierno lo negocia con Podemos para los PGE 2019.

¿Los jubilados van a tener posibilidad de seguir trabajando?

De toda la vida la prestación de jubilación sustituye a las rentas salariales. Se habla mucho de envejecimiento activo, pero hay que tener cautela, no se trata de que los mayores estén indefinidamente trabajando y sus nietos sigan indefinidamente desempleados. Tenemos que encontrar un punto de equilibrio. No puede ser que la tasa de paro sea del 15%... y la de los jóvenes del 36%.

Pero hay colectivos, como los abogados, que sí pueden hacerlo. ¿No es un agravio?

Hay colectivos con ventajas pero también tienen inconvenientes.

¿Cesó usted a la directora de Trabajo por registrar al sindicato Otras?

Yo no la cesé. Ella decidió presentar la dimisión, lo reflexioné durante un fin de semana y el lunes la acepté. Es una persona que merece todos mis respetos porque tuvo altura de miras y fue consciente de haber cometido un error. Me da mucha pena que se haya tenido que ir porque es una persona con mucha experiencia que hizo cosas muy buenas.

Si no hubiera dimitido, ¿la hubiera cesado?

Me ponen en una tesitura que no ocurrió. Yo no tuve que emitirle mi juicio. Ella captó desde el primer momento que cometió un error por no consultar con sus superiores una cuestión tan delicada y polémica. ¿Qué es eso de trabajadoras del sexo? ¿Qué relación laboral hay?

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¿Magdalena Valerio es abolicionista o reguladora en lo relativo a la prostitución?

Totalmente abolicionista. No me parece que la venta del cuerpo de un ser humano, que la mayor parte de las veces es involuntaria, sea una relación laboral.

Pero mantenerlas en la clandestinidad, ¿no favorece a que dependan mucho más de las mafias y de los proxenetas?

Regular la prostitución no representa una mejora en la calidad de vida para las personas que por desgracia se ven abocadas a tener esa actividad. Legalizarla no está siendo positivo en ningún país. Alemania la reguló y lo que sucede allí es tremendo.

Le criticaron desde el PP que fuera "buenista" en el tema migratorio y respondió que prefería eso a ser "racista". ¿Cree de verdad que el PP es un partido racista?

Voy a ser suave... espero que no.

¿No lo tiene claro?

Me han chirriado algunas cosas de un par de líderes políticos que me merecen respeto y consideración, y que espero que no sigan con la senda que han empezado a transitar aprovechando la situación que hemos vivido este verano. Hay líderes que si ven un conato de xenofobia, en vez de agua echan gasolina y confrontan a los ciudadanos autóctonos con los venidos de otros países.

¿A quién se refiere?

A los señores Rivera y Casado. El año pasado ya se duplicó la migración en las playas del sur: de 12.500 pasamos a 24.000, el Gobierno entonces debió haber reforzado la atención humanitaria y no lo hizo. Lo hemos tenido que hacer nosotros. La inmigración es un fenómeno imparable y es tan vieja como la historia de la humanidad.

¿Se equivocó el Gobierno no acogiendo al segundo Aquarius?

El primer Aquarius fue un aldabonazo en Europa, cumplió un papel importante para que nos diésemos cuenta de que esto es una cuestión europea. Casado intenta vender que van a venir millones de africanos y que queremos fronteras abiertas. Pero no, lo que queremos es cuadrar el control de fronteras, la ayuda humanitaria, la inmigración regularizada y el apoyo a los países de origen para evitar el efecto huida.

¿Y se equivocó al devolver a los que saltaron la valla en Ceuta?

Se aplicó el acuerdo del año 92 con Marruecos. Algunos dicen que rectificamos. Pues rectificar es de sabios. ¿Se puede venir a este país? Sí, mejor de manera regular. Si hay personas que se arriesgan a hacerlo irregularmente, les atendemos de forma humanitaria. Pero el Gobierno no va a tolerar agresiones a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.

Pedro Sánchez decía cuando estaba en la oposición que rechazaba las devoluciones en caliente... y sin embargo se han hecho.

Es que no fue exactamente una devolución en caliente.

¿Usted apoya estas devoluciones?

No es mi competencia y no me voy a meter en eso. Me parece que la reacción del Gobierno fue correcta y suscribo la decisión del ministro Marlaska. Este Gobierno apuesta por la inmigración regularizada que vengan para trabajar en los sectores que necesitan personas de fuera y en dar una solución coordinada en Europa.

Para terminar, no podemos dejar de preguntarle por la dimisión de la ministra Carmen Montón...

Ha hecho un trabajo muy valioso en estos tres meses al frente de Sanidad. Ha elegido el camino de la ejemplaridad y demuestra que este Gobierno tiene un nivel de exigencia muy alto, después de años de Gobierno del PP donde la corrupción y la metira formaban parte del día a día. Por cierto, más valdría que el Partido Popular tomara nota: su líder político siguen sin asumir responsabilidades y sin dar explicaciones por las irregularidades que rodean a su expediente.

Magdalena Valerio (Torremocha, 59 años) fue nombrada ministra de Trabajo con la llegada de Pedro Sánchez al poder. Licenciada en Derecho, funcionaria de la Seguridad Social, edil durante seis años en Guadalajara y consejera de Empleo en Castilla-La Mancha (la región en la que ha desarrollado gran parte de su carrera política) fue una de las fieles al presidente durante su lucha interna en el PSOE y la responsable socialista de pensiones tras la victoria de Sánchez en las primarias.