La disminución de los casos de gripe que ha propiciado la llegada del buen tiempo se ha visto contrarrestada por el azote de los virus intestinales, que han copado las consultas de atención primaria en la Comunitat en las últimas semanas. De hecho, según el sistema de vigilancia de la Conselleria de Sanidad, la tasa de gripe ha caído a 100 casos por cada 100.000 habitantes a finales de enero; un mes antes rozaba los 200. «El tratamiento y los síntomas del catarro intestinal y de la gripe suelen ser calcados, por lo que es difícil diferenciarlos», asegura el doctor Ricardo Llevata. Según explica, el primero afecta más a niños y ancianos y tarda una semana en irse.