¿Por qué es importante estudiar un máster o un posgrado?

  • Únicamente el 6% de los titulados de máster no han trabajado tras haberlo finalizado.
  • La motivación más relevante para quienes lo cursan es ampliar su formación.
Estudiar un máster aumenta las posibilidades de encontrar empleo y percibir un buen sueldo.
Estudiar un máster aumenta las posibilidades de encontrar empleo y percibir un buen sueldo.
GTRES
Estudiar un máster aumenta las posibilidades de encontrar empleo y percibir un buen sueldo.

Vamos al colegio, después al instituto, cursamos el bachillerato, ingresamos en la universidad y, por último, nos incorporamos al mundo laboral hasta el día de nuestra jubilación. Los que llegan hasta la universidad tienen varias opciones: cursar únicamente el grado, ampliarlo con un máster o, por último, culminar los estudios con un doctorado.

El curso 2016-2017 terminó con 186.539 universitarios españoles graduados. ¿Qué supuso esta cifra? Que todas esas personas salieron de las facultades con un título bajo el brazo esperando encontrar trabajo 'de lo suyo'. No fueron tantos los que terminaron el curso con un título de máster: 99.413, algo más de la mitad de los alumnos que se graduaron, según los últimos datos del Ministerio de Educación y Formación Profesional.

El Observatorio de Empleabilidad y Empleo Universitarios ha publicado el Barómetro de empleabilidad y empleo universitarios. Edición Máster 2017. Los datos que plasman en el informe son, cuando menos, alentadores para aquellos que apostaron por continuar su formación cursando un máster: tan solo el 6,73% de los titulados de máster no ha trabajado desde su finalización.

El 42,45% consiguió un contrato indefinido, el 39,9% un contrato temporal y el 11,44% gozó de una beca, de prácticas, de un contrato de formación, prueba o aprendizaje. Además no tuvieron que esperar mucho desde que terminaron el máster hasta que se pusieron a trabajar, pues más del 50% de los alumnos egresados obtuvo su primer empleo antes de que pasaran seis meses desde que finalizaron la formación y casi un 27% lo encontraron antes de los tres primeros meses.

Por lo tanto sí, estudiar un máster abre puertas de cara al mercado laboral, pero además aporta otros muchos beneficios. Desde Emagister llegan a señalar que "aquellas personas que han realizado algún programa de posgrado, pueden aspirar hasta a un 40% más de sueldo que aquellas que no están en posesión de alguna titulación de este tipo".

De hecho, la diferencia de salario en función del nivel de formación se va acentuando con el paso de los años. Así lo demuestra el informe sobre el Impacto de la formación en las retribuciones elaborado por ICSA Grupo en colaboración con La Salle Campus Barcelona-URL en 2013. Un joven de entre 24-30 años con un máster o posgrado puede llegar a ganar 25.857€ al año mientras que uno que cuente con un título de Formación Profesional o un Ciclo Formativo de Grado Superior ganaría 18.399€. Pero es que una persona mayor de 50 años con un máster puede cobrar 99.676€ frente a los 38.446€ que ganaría una persona con menor formación.

Por supuesto, un máster también sirve para ampliar conocimientos, reforzar la formación, especializarse, mejorar las competencias, establecer una nueva red de contactos, reciclar conocimientos y abrirse camino hacia una tesis doctoral, tal y como indican en la web de Universia. La motivación más relevante para realizar un máster es ampliar la formación (53,7%), por encima incluso de mejorar la situación laboral (35,13%), acceder al doctorado (27,39%) o ejercer una profesión determinada (25,91%) según el barómetro citado anteriormente.

Además, la mayoría de los titulados -concretamente el 65%- sienten que la cualificación con la que han terminado el máster ha sido adecuada para desempeñar el último empleo que han ejercido.

En función de la rama este sentimiento varía. Los que cursaron Artes y Humanidades junto con los de Ciencias Sociales y Jurídicas perciben que han recibido una sobrecualificación en el máster en comparación con las exigencias del puesto de trabajo que han ocupado. Por el contrario, los que más infracualificados se sienten son los que optaron por Ciencias o por Ciencias de la Salud.

¿Máster propio o máster oficial?

Si estás planteándote estudiar un máster, debes tener claras las diferencias entre uno oficial y uno propio. Cada uno tiene sus propias ventajas.

Por un lado, los oficiales están regulados por las directivas del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), por lo que tienen validez en todos los países participantes. También son la puerta de acceso para aquellos que se planteen cursar un doctorado a continuación.

Por su parte, los másteres propios o "no oficiales" son ofertados por cada universidad española. No están respaldados por el Estado y suelen ser fruto de colaboraciones entre universidades y empresas. No tienen reconocimiento oficial y están muy orientados al mercado laboral. Por lo tanto, si lo que buscas es especializarte, este tipo de máster te será muy útil.

Otra diferencia entre ambos es el precio. Los títulos de másteres oficiales son más baratos que los propios, ya que estos no reciben subvenciones por parte del Estado mientras que los oficiales reciben ayudas tanto ayudas públicas como privadas (por ejemplo, las matrículas que pagan los propios estudiantes).

Asimismo, otra característica que les distingue es la carga lectiva. Los oficiales cuentan con una media de entre 60 y 120 créditos que aprobar mientras que los no oficiales oscilan entre los 20 y 40, lo que se traduce en menos de un año de duración.

Si aún no tienes claro qué máster estudiar puedes plantearte las siguientes preguntas: después de cursarlo, ¿querrás hacer un doctorado?¿Estudias un máster para ampliar tus conocimientos o para especializarte de cara al mercado laboral? ¿Cuánto dinero estás dispuesto a gastarte?¿Tienes pensado continuar los estudios fuera de España en alguno de los países pertenecientes al EEES?

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