La Junta declaró el 13 de julio no apta para el consumo humano el agua de 13 núcleos de población -siete municipios y seis aldeas o pedanías- tras detectarse una concentración superior a los límites permitidos de trihalometanos (THMs).

Desde el 14 de julio el abastecimiento de agua en estos núcleos de población se está llevando a cabo mediante camiones cisterna y recurriendo a la compra de agua embotellada. La declaración como agua no apta para el consumo humano significa que no puede ingerirse ni utilizarse para la elaboración de alimentos, aunque sí puede usarse para higiene personal y limpieza doméstica.

Este escenario hace que "los ánimos entre la población se caldean un poco más cada día que pasa", según ha indicado este viernes a Europa Press el alcalde de Navas de San Juan, Joaquín Requena, quien ha lamentado 21 días después continúan "igual, sin que la Confederación Hidrográfica del Gualdaquivir (CHG) dé con la clave para solucionar la situación".

De hecho, se ha recurrido a expertos de la Comunidad Valenciana, donde "este problema es más común", para intentar hallar una explicación a la persistencia de los altos niveles de trihalometanos a pesar de las actuaciones realizadas hasta ahora y actuar en consecuencia. "Ayer y hoy están tomando muestras y analizando la red. Esperemos que saquen algo en claro", ha comentado Requena.

Y es que, la CHG ha realizado la limpieza de las tuberías principales de carga en alta, que son las que tienen la dificultad porque son más antiguas y porque la calidad del agua que llega del pantano del Dañador es de una calidad inferior a la del Guadalmena o el Quiebrajano por la cantidad de materia orgánica y restos sólidos que arrastra.

Esto unido a la alta carga de cloro que hay que propiciar para que el agua que llega finalmente a los depósitos hace que se produzcan una serie de reacciones químicas que conllevan el aumento de los niveles.

A la espera de que se acometan las obras de sustitución de las canalizaciones en alta, "previstas hace mucho tiempo", el organismo de cuenca ha sustituido todos los filtros, se han drenado las tuberías y ha realizado un trasvase de agua del Guadalmena al Dañador para mejorar la calidad del agua que llega a la depuradora.

"Pero ni aun así bajan los niveles. En un primer momento tras el trasvase, se redujo bastante el porcentaje de trihalometanos, pero al segundo o tercer día volvió a subir", ha afirmado el alcalde navero no sin incidir en el "hartazgo de la gente, que está muy cansada de tener que ir a comprar el agua o ir al camión cisterna a recogerla".

OLA DE CALOR Y FIESTAS

Un panorama que empeora en plena ola de calor y con las fiestas patronales de agosto en las que muchos de las localidades aumentan su población habitual con las personas que regresan al pueblo para disfrutar de estas fechas, como ocurre en Navas de San Juan, donde este mismo viernes comienzan sus fiestas.

Por ello, se barajan otras medidas de protesta que se sumen al escrito de denuncia que los siete alcaldes afectados presentaron la semana pasada en el Juzgado de La Carolina pidiendo responsabilidades a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.

"El próximo lunes tenemos una reunión y vamos a ir al Dañador, a la planta potabilizadora, para ver los trabajos que se están haciendo. Probablemente decidiremos otro tipo de presión, como pueden ser concentraciones o manifestaciones en los pueblos", ha apuntado Requena.

NÚCLEOS AFECTADOS

Los núcleos de población afectados son los de Montizón, Aldeahermosa, Venta de los Santos, Chiclana de Segura, El Campillo, Camporredondo, Los Mochuelos, Santisteban del Puerto, Navas de San Juan, Castellar, Sorihuela del Guadalimar, Arquillos y El Porrosillo.

Una vez que los niveles de trihalometanos se sitúe por debajo de 100, el descenso de los parámetros tendrá que confirmarse con tres analíticas consecutivas, lo que permitiría a las autoridades sanitarias levantar la prohibición.