España es uno de los principales destinos de la trata de mujeres. Jóvenes de entre 18 y 25 años, sobre todo de Nigeria, Rumanía, China, Brasil y Bolivia, llegan a España en su mayoría con fines de explotación de sexual.

Los datos no son precisos. La Organización Internacional del Trabajo cifra en 21 millones las personas víctimas del trabajo forzoso, que incluye a las víctimas de explotación laboral y sexual.

En 2016 la Unidad de Extranjería de la Fiscalía General del Estado identificó a 386 mujeres víctimas de trata en 2016: 365 (el 95%) fueron captadas para ser explotadas sexualmente. Las 21 restantes eran explotadas laboralmente, obligadas a matrimonios forzosos, mendicidad u otra actividad delictiva.

Según el informe "La trata de mujeres hoy: mujeres nigerianas víctimas de trata en España"  de Movimiento por la Paz (MPDL) con motivo del Día Mundial contra la Trata, la mayoría de las mujeres víctimas de explotación sexual en España provienen de Nigeria y alerta de que las cifras que se conocen "son solo una pequeña parte de la realidad de la trata".

La Fiscalía de Extranjería también ha alertado de que en España existe un alto índice de trata sexual y que "se esclavizan mujeres procedentes de todas partes".

Aunque su informe se centra en la mujeres nigerianas, MPDL advierte de la falta de denuncias por el "miedo y la sumisión a la red de trata". Además, consideran que los servicios sociales de las administraciones públicas tienen un escaso conocimiento y formación en temas de trata y provocan la "revictimización".

Otro de los problemas a los que se enfrentan los expertos a la hora de detectar la trata es la "alta movilidad dentro y fuera de España" a la que se somete a las víctimas.

Por otra parte, las víctimas tienen dificultades para integrarse en la sociedad española debido a la falta de recursos, distinto idioma, bajo nivel educativo o su baja autoestima.

A pesar de ello, el informe de MPDL reconoce que en España existen proyectos que ayudan a identificar, proteger e integrar a la víctima.

La ONU estableció el 30 de julio como el Día Mundial contra la Trata de Personas, "un delito que explota a mujeres, niños y hombres con numerosos propósitos". Este año la campaña La respuesta a la trata de niños y jóvenes busca destacar a los niños víctimas de la trata y, sobre todo, "posibles iniciativas de acción" contra este problema.