La empresa mortuoria Funeraria Bilbaína podrá abrir, finalmente, un horno crematorio en sus instalaciones de Avenida de Zumalakarregi, encima de la recién inaugurada plaza del Gas, y en un entorno en el que residen cerca de 30.000 vecinos de Bilbao.

La Sección Segunda de la Sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) ha dado ahora la razón a la empresa, después que recurriera un fallo anterior del Juzgado de lo Contencioso Administrativo de Bilbao. Y ahora no cabe recurso alguno.

El TSJPV pone fin así a una larga lucha vecinal y municipal de cuatro años contra lo que consideran un “atentado contra la salud pública”. El alto tribunal considera que la empresa solicitó la licencia de apertura del crematorio (principios de 2004) antes de aprobarse la ordenanza municipal que prohíbe el funcionamiento de este tipo de hornos a menos de 500 metros de viviendas.

El TSJPV tampoco considera válidos los criterios medioambientales a los que aluden tanto los vecinos y el Ayuntamiento como la sentencia anterior del Juzgado de lo Contencioso Administrativo.

Al contrario, la funeraria defiende que este horno contará con sistemas técnicos que reducirán al máximo la emisión de partículas tóxicas o contaminantes para la salud y el medio ambiente.

Salvo en Madrid, donde funciona una incineradora de cadáveres junto a la M-30, en ninguna ciudad española hay un crematorio en pleno casco urbano, como sucede en Bilbao. En Alicante, precisamente, las protestas vecinales consiguieron recientemente echar para atrás la apertura de un crematorio en la ciudad.