Casi 3.000 de las 8.560 viviendas que forman parte de los pisos sociales edificados entre 1945 y 1960 necesitan una rehabilitación profunda, según el diagnóstico del Ayuntamiento.
Para facilitar los arreglos de estas viviendas, que forman parte de los 21 conjuntos urbanos de interés de la ciudad, el Consistorio asesorará y apoyará a los vecinos que deseen acometer los arreglos. El primer paso consistirá en la creación de oficinas de rehabilitación ubicadas en las áreas más necesitadas, que se distribuyen entre los barrios de Las Fuentes, San Agustín-Tenerías, Torrero, La Paz, San José, Arrabal-Picarral, avenida de Cataluña, La Jota, Delicias, Oliver y Casetas.
Junto a las oficinas, se destinarán 300.000 euros para la realización de un proyecto piloto en un bloque de cada uno de los ámbitos.
La propuesta municipal incluye, entre otras, la instalación de ascensores (que se podrían construir en los exteriores), la mejora de los aislamientos, la eliminación de humedades e incluso arreglos en los espacios anexos.
Vecinos más viejos y dependientes
Las propuestas del Ayuntamiento, que se realizarían siempre bajo la petición expresa de los vecinos, incluyen programas de inserción social. La población que vive en este tipo de viviendas suele ser más anciana (entre el 21% y el 53% tienen más de 65 años) y tiene un mayor porcentaje de inmigrantes. Hay, además, un mayor número de parados y de personas dependientes.
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