Para irnos de vacaciones, las opciones siempre son múltiples. Hoteles, cámpings o apartamentos. En una era en la que las plataformas digitales de alquiler turístico están a la orden del día, sigue habiendo un riesgo muy elevado de fraude cuando queremos alquilar una casa para pasar el verano. Puede darse el caso de que se nos pida un pago por adelantado a cambio de algún tipo de beneficio, o también que haya suplantaciones de identidad. Además, tenemos que evitar caer en aquellas ofertas que parezcan una utopía: lo que es demasiado atractivo no puede ser verdad. La OCU alerta de estos riesgos y da una serie de consejos para no ‘picar’ en la trampa:
Compara y decide
Si consultamos los alquileres a través de internet, lo correcto es comparar distintos precios y condiciones. Por lo general, con aquellas tarifas que son reducidas suele haber más problemas de flexibilidad, por ejemplo si lo quisiéramos cancelar.
Lee la letra pequeña
Todas las plataformas deben incluir un apartado de condiciones y recomendaciones que, como usuarios, debemos leer siempre para no encontrarnos con problemas de fraude o estafa que luego no podamos resolver.
No hacer transferencias arriesgadas
La OCU recuerda que es necesario comunicarse siempre a través de la plataforma y nunca se deben realizar transferencias desde otra aplicación. Asimismo, en caso de comunicarse directamente con el propietario, la página no se hará cargo de la reclamación y por tanto se perderá la garantía. Es mejor no obviar a los intermediarios y cumplir con lo que las plataformas marcan.
Cuidado con lo bueno, bonito y demasiado barato
Se debe desconfiar siempre de los alquileres que tengan precios por debajo del mercado, así como de las ofertas ‘demasiado’ buenas. Si es muy barato, tiene trampa.
Recurrir a otras fuentes
Es muy importante el boca a boca, y por ello también se recomienda recurrir a comentarios de otros usuarios o de la gente que haya utilizado dichos servicios. Por descontado, debemos comprobar las ubicaciones de los lugares y estar completamente seguros de que los servicios que la vivienda ofrece existen. Si no tenemos información suficientemente concreta, es mejor desconfiar.
Pagar de forma segura
Tres opciones por norma general: tarjeta, paypal o transferencia bancaria. Es necesario que quede rastro del pago. Por ello, se debe comprobar que el titular de la cuenta a la que pagamos es el mismo de la vivienda que se alquila.
Cuidado si renunciamos a los intermediarios
Si decidimos acudir directamente a una persona física, antes de firmar cualquier contrato o hacer algún pago es necesario ponerse en contacto con el anunciante para confirmar su identidad y aclarar todo aquello que nos genere dudas.
No pagar todo el importe por adelantado
No se debe abonar todo el importe por adelantado, porque esa es una de las formas más habituales de estafa. Tenemos que abonar, a ser posible, la menor cantidad exigida y entregar el resto en el momento de la llegada, una vez que hayamos comprobado que todo es tal y como se indicó en el anuncio.
Copia de la reserva
Por último, y antes de iniciar las vacaciones, es necesario conservar una copia de la reserva o señal. Por otra parte, en caso de que se solicite una fianza, se tiene que detallar el concepto, las condiciones de su aplicación y debe estar prevista su devolución. Lo ideal es que se incluya un inventario, que se debe comprobar antes de firmar.
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