Antes de que Toys R Us echara el cierre definitivo hace unos días en EE UU, un comprador anónimo aprovechó el momento para hacer un último pedido. Y uno de gran envergadura.

Según informa CNN, que cita a los trabajadores de una tienda en Raleigh (Carolina del Norte), el cliente compró por un millón de dólares todos los juguetes que quedaban en la tienda y que han acabado en brazos de niños sin recursos.

Sin embargo, ese establecimiento no fue el único en el que esta persona, cuya identidad no ha trascendido, realizó la compra. "No sucedió todo en este establecimiento. Compró en varias tiendas", explicó uno de los empleados, que se dedicaron durante su último día de trabajo a empaquetar los miles de juguetes.

Este inmenso pedido se realizó días antes de que la cadena cerrara definitivamente todos los locales que operaban en Estados Unidos tras 70 años de actividad.