La Policía Nacional ha indicado que con esta intervención se ha evitado la entrada en el mercado ilegal de más de cien kilos de cogollos de marihuana por cosecha. Así, ha resaltado que con la infraestructura desmantelada se hubiera logrado obtener unas cuatro cosechas al año.
El sótano, que había sido completamente adaptado como laboratorio para el cultivo de marihuana, ocupaba una superficie de unos 200 metros cuadrados y estaba dividido en dos partes diferenciadas mediante la construcción de una estructura interior para así colocar los plantones en función de los diferentes estados de crecimiento.
El laboratorio contaba con todo lo necesario para el cultivo de los arbustos: sistema de riego, sistema de iluminación con múltiples lámparas de sodio, sistema de ventilación con potentes extractores, controladores de humedad y filtros de alta potencia, ha precisado la Policía Nacional. Asimismo, ha señalado que la instalación eléctrica estaba enganchada de forma ilegal a la red eléctrica, una circunstancia que "suponía un fraude de miles de euros mensuales".
Los agentes han destacado "la alta especialización" del laboratorio, con elementos destinados a obtener "cosechas de altísima calidad varias veces al año". Durante el registro de este recinto se detuvo a tres personas de nacionalidad rumana, en concreto, una mujer de 30 años y dos varones de 55 y 29 años.
La vivienda en la que se localizó el laboratorio estaba situada en una zona aislada, con pocos vecinos, dado que los encargados de las plantaciones suelen buscar lugares de escasa densidad habitacional para establecer allí sus laboratorios, buscando un entorno seguro para desarrollar su actividad ilegal, ha precisado la Policía Nacional .
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