Subida de los índices de referencia, ralentización del ritmo de construcción, estancamiento en los precios... Son los signos que apuntan hacia un aterrizaje, o retroceso, en el mercado de la vivienda en España. Ante esta realidad, las agencias inmobiliarias no quieren quedarse atrás. Su última iniciativa para no perder clientes ha sido la de subirse al carro de las rebajas.

Desde el 7 de enero y hasta el día 31, Coldwell Banker ofrece chalés y apartamentos en la costa con descuentos de hasta el 25%. Por su parte, Remax amplía su plazo hasta el día 29 de febrero y ofrece más de mil inmuebles con una rebaja media del 4,21%.

Varias modalidades

Hay dos tipos de rebaja: inmobiliaria e hipotecaria, o una combinación de ambas modalidades. En el primer caso, la rebaja se destina totalmente a un descuento en el precio de la vivienda, fijado por el propietario. Este descuento queda reflejado en un acta notarial para garantía del comprador.

En el segundo caso, la rebaja se destina a una subvención para la cuota mensual de la hipoteca. Esta ayuda se puede extender hasta un máximo de cinco años y para beneficiarse de ella habría que contratar la hipoteca con la entidad bancaria con la que la agencia haya establecido su acuerdo.

Una de las empresas que se apunta a la segunda modalidad es Hábitat Inmobiliaria, que permite reservar un piso por sólo mil euros y comprarlo desembolsando únicamente el 5% del valor total de la vivienda, con un mínimo de 12.000 euros.

Las rebajas inmobiliarias están teniendo buena acogida, tanto entre los propietarios como entre los compradores: "Los primeros consideran que es un atractivo extra para la venta de su propiedad, y los segundos apuestan claramente por comprar a un precio inferior", afirma Javier Sierra, presidente de Remax en España.

UN GOLPE DE SUERTE

Lupe Novelda. Encargada de tienda: "la compré por menos dinero"

Esta colombiana afincada en España desde hace diez años no se podía creer que hubiese rebajas también para las casas, hasta que vio los carteles en la agencia de su barrio. "Ya le tenía el ojo echado a una casa, pero era un poco cara –confiesa–. Finalmente la compré por menos dinero".