La investigación comenzó en el mes de abril, cuando tuvieron lugar los primeros robos en naves de Salas y Tineo. Comenzó entonces la denominada 'Operación Atahualpa'.
Los delincuentes llegaban a las naves en un vehículo que dejaba a varios de ellos en el interior para preparar el material que iban a robar, herramientas, cables o chatarra. Posteriormente una furgoneta recogía a los integrantes del grupo con el botín preparado. Del interior de una de la naves, se llegaron a llevar cable de cobre valorado en 21.000 euros.
No obstante, las diferentes líneas de investigación llevadas dieron su fruto cuando mediante labores de obtención y análisis de diversa información, fue posible relacionar fehacientemente la presencia de dos furgonetas con los hechos delictivos expuestos.
Las pesquisas se centraron entonces en la localización de las furgonetas y de sus usuarios, lo que llevó a la Guardia Civil a realizar un trabajo que terminó con la localización de un clan familiar asentado en la localidad de Avilés, con numerosos antecedentes a su espaldas por delitos parecidos.
A pesar de los avances conseguidos durante el desarrollo de la investigación conseguían continuar con la actividad delictiva, utilizando para ello como medida de seguridad para no ser detectados, vehículos diferentes a los identificados hasta el momento por los investigadores.
La Guardia Civil continuó con las vigilancias y operativos establecidos para dar alcance a los miembros del 'Clan', deteniendo a sus integrantes los días 22 y 25 de junio, esclareciendo totalmente los delitos. Los detenidos son puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Pravia en unión de las diligencias instruidas por la Guardia Civil.
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