Sin embargo, horas después, la Consejería de Asuntos Sociales comunicó a los padres que la aportación sería de 1,7 millones para este ejercicio y la promesa de renovarlos en próximos años.
El giro de la DGA avivó el conflicto y los responsables de FEAPS se encerraron ayer durante la mañana y parte de la tarde en la Consejería de Asuntos Sociales, porque se sienten «engañados por la DGA», explicó Ramón Álvarez, el gerente de FEAPS.
El pasado 14 de junio, la asociación finalizó un encierro de más de tres semanas con el que demandaban los 9 millones prometidos por la DGA para terminar las obras de instalaciones para disminuidos psíquicos, así como la elaboración de una ley de servicios sociales, tras las negociaciones con la DGA.
Ahora, los miembros de FEAPS no comprenden este cambio de rumbo y van a reanudar sus actos de protesta.
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