Galicia se encuentra en su tercer mayor periodo de crecimiento económico, ya que encadena 10 trimestres consecutivos con avances del Producto Interior Bruto (PIB) por encima del 3%, pero continúa con "carencias" como la falta de creación de empleo de calidad y la pérdida de 65.000 jóvenes activos desde 2014.

Estas son algunas de las conclusiones del último informe de coyuntura del Foro Económico de Galicia, centrado en el primer trimestre de 2018, y que ha sido presentado este martes en rueda de prensa en Santiago.

Y es que desde el comienzo de la serie histórica (1995), solo hubo dos periodos más prolongados de crecimiento en la Comunidad: entre el segundo trimestre de 1997 y el cuarto de 2011 (19 trimestres), así como entre el segundo trimestre de 2005 y el primero de 2008 (12 trimestres).

El director del Foro, Santiago Lago, destaca que en el arranque de este año se mantiene "la fuerte tendencia" de crecimiento de 2017, incluso con un avance una décima superior en Galicia (+3,1%) que en España, pero prevé "más dudas" para el segundo semestre del año en un contexto de "desaceleración" en Europa, que "antes o después" también "se va a reflejar" en la Comunidad.

Con todo, el Foro Económico mantiene la estimación de que el crecimiento para este año en Galicia estará en torno al 2,9%, con la creación de unos 20.000 puestos de trabajo.

DEBILIDADES DEL MERCADO DE TRABAJO

Así, Lago apunta a que el avance del PIB continuado "no esconde" las "carencias importantes" de la economía gallega, que "tienen que ver con la calidad del empleo que se genera".

Aunque la crisis "ya pasó en términos de PIB", estos datos macroeconómicos "no están acompañados por la mejora de la calidad del trabajo", pues está "por debajo" de la existente hace una década.

Además, persisten situaciones de "desigualdad" con problemas "distributivos" más allá del aumento de cifras macro. Aquí se refiere a la "maldición" existente en España y Galicia de que para que se genere empleo tiene que aumentar la temporalidad, por lo que convierte al país en "líder casi mundial" de trabajo temporal no deseado.

CAÍDA DE ACTIVOS

Por su parte, el economista Patricio Sánchez valora la bajada del desempleo, que se sitúa en el primer trimestre en el 15,1%, por lo que desciende a niveles de 2009.

No obstante, muestra su preocupación por la tasa de ocupación en Galicia, que está en el 45%, casi cinco puntos menos que la media española. En lo tocante a la actividad, en el primer trimestre de 2018 Galicia perdió 14.000 activos, entre los cuales 10.000 tenían entre 25 y 34 años.

El caso es que si esta comparativa se hace con el primer trimestre de 2014, la caída de la población activa en jóvenes es "especialmente grave", concluye el Foro, con una bajada del 22%. En Galicia hay una pérdida en cuatro años de 65.000 activos de entre 25 y 34 años.

Asimismo, José Francisco Armesto ha hecho una análisis de las cuentas gallegas, en las que se observa la significativa contribución de la demanda interna, que se sitúa en el valor más elevado desde el cuarto trimestre de 2007. Esto se explica por el aumento de la inversión y la mejora del consumo de los hogares.

Además, las exportaciones continúan al alza, con un ritmo superior al 7%, con la habitual predominancia del textil y la automoción. Respecto a la oferta, hay un buen comportamiento de la industria manufacturera, pero una ralentización de sectores como servicios.

INNOVACIÓN

Este informe también recoge un apartado sobre la innovación en empresas manufactureras gallegas entre 2004 y 2014, elaborado por Sara Fernández-López y Manuel Ángel Nogueira.

Las manufactureras gallegas hicieron durante esa década menos actividades innovadoras que las españolas. Con todo, tuvieron un descenso en ventas y personal similar al resto.

Por ello, Sara Fernández-Lopez ha llamado la atención sobre que "las ventas han seguido cayendo innoves o no", por lo que la relación entre innovación y crecimiento empresarial no siempre son directas.

Cuando descienden las ventas las empresas manufactureras rebajan su inversión en I+D, si bien es cierto que "hay un suelo" del que no se baja, incluso "en los años más duros" de la crisis como fueron en 2011 y 2012.