Cuatro historias muy diferentes, pero todas ellos protagonizadas por mujeres, compiten para llevarse la gloria de ser la "triunfadora" de esta XXII Edición de los Premios Goya, cuyo desenlace tendrá lugar el próximo 3 de febrero.

Sin duda, en cualquier certamen de cine la categoría reina es la de Mejor Película, que determina cuál ha sido la mejor cinta de todo el año, la que posee la suma de mejores virtudes cinematográficas y la encumbra sobre todas las demás.

Este año podría haber sorpresas.

A priori, la candidata favorita es El orfanato, que no sólo cuenta con un total de catorce candidaturas (hasta ahora, ninguna ha podido con las 19 nominaciones que logró Días contados en 1994) sino que ha arrasado en taquilla y goza del beneplácito de la crítica.

Protagonizada por la multipremiada Belén Rueda, se trata de una ópera prima, una apuesta del joven director catalán Juan Antonio Bayona -nominado a su vez en la categoría de Dirección novel- que ha conseguido hacer historia colocándose en el tercer puesto de las películas más taquilleras de nuestro país el año pasado, superando a superproducciones como Spiderman 3 y Harry Potter y la Orden del Fénix. Ahora el filme recorre Estados Unidos, y aunque no ha logrado ser nominada a los Oscar, se espera encuentre su hueco en el país del celuloide.

Rosas para el triunfo

Sin embargo, y aunque El orfanato parece tenerlo todo a su favor, debe medirse con un importante rival: Las 13 rosas le iguala en número de nominaciones, y las películas de tinte dramático e histórico suelen calar más hondo que las de terror -como el filme de Bayona-.

Dirigida por Emilio Martínez Lázaro (Amo tu cama rica y El otro lado de la cama) y con un extenso elenco en el que destacan Pilar Ayala y Verónica Sánchez, Las 13 rosas adapta a la gran pantalla la novela homónima que retrata la dramática historia, basada en hechos reales, de trece jóvenes encarceladas al terminar la Guerra Civil, acusadas de ayudar a la rebelión contra Franco. Bien podría ser esta cinta la elegida del año, que además destaca con luz propia el diseño de producción, vestuario y la excelente partitura de Roque Baños, todos ellos nominados en sus respectivas categorías.

Con nueve candidaturas, Siete mesas (de billar francés) supone otra importante candidata para encumbrarse en la categoría de Mejor Película. Cuenta a su favor con dos interpretaciones magistrales que corren a cargo de Maribel Verdú y Blanca Portillo , y una historia cercana, esperanzadora de personajes marcados por la adversidad. No falta el humor y las situaciones cotidianas son reconocibles por parte del gran público, lo cual puede ser una gran baza. Todo ello brindado de manos de la cineasta donostiarra Gracia Querejeta.

La sorpresa del año

Por último, pero no menos importante, la gran sorpresa de este año: La soledad, un drama que disecciona la vida paralela de dos mujeres y madres a través de sus problemas y superaciones, se colaba en esta gran categoría, quitando el puesto a otros filmes que a priori contaban con más posibilidades como Luz de domingo, de Garci.

Siendo el segundo trabajo de Jaime Rosales, es, en su sencillez, una obra completa y perfecta, que podría dar el golpe de efecto pese a sus escasas nominaciones -sólo dos, Mejor Película y Mejor Director-. Pronto veremos el resultado.