El 11,4% de los hogares de Canarias presenta pobreza energética frente al 12,4% de la media nacional, según recoge el informe 'La pobreza energética en Canarias' encargado por el Gobierno de Canarias a la Universidad de La Laguna y que se refiere al año 2016.

Las principales conclusiones han sido expuestas este martes en rueda de prensa por el comisionado de Inclusión Social y Lucha contra la Pobreza del Gobierno de Canarias, Santiago Rodríguez, y el catedrático de Análisis Económico de la Universidad de La Laguna y coordinador del trabajo, Francisco Javier Ramos.

Según el informe, se entiende como hogares vulnerables aquellos que cuentan con miembros sin estudios superiores, parados, estudiantes, mujeres, pocos ocupados o los que tengan altos gastos de hipoteca, haciendo especial hincapié en las personas cuyas edades oscilan entre los 40 y los 50 años.

El estudio también aporta una definición de pobreza energética -solo la ha acuñado en Europa Reino Unido- como la "incapacidad o dificultad de los hogares de acceder a otros servicios energéticos esenciales para asegurar unas condiciones de vida dignas a un precio justo atendiendo a sus niveles de ingresos".

Ramos ha destacado que la probabilidad de ser pobre en Canarias es "mayor" que en la Península, pero es a la inversa en el caso de la pobreza energética, debido por ejemplo, a la bonanza climática de las islas, donde se usa menos la calefacción y el aire acondicionado.

No obstante, desde 2006, Canarias ha ido convergiendo hacia la media española, al pasar en una década del 3,3% de hogares en situación de pobreza energética al 11,4%, con un gasto energético en 2016 de 689 euros al año frente a los 1.068 del conjunto del país.

El informe, elaborado sobre una muestra de 432 encuestas, incide también en la mala calidad de la construcción en las viviendas, lo que impide ahorrar en energía debido a la mala impermeabilización o aparición de humedades.

De hecho, Ramos ha apuntado que hay casas que no están preparadas para soportar el frío o tienen problemas de ventilación, lo que genera la aparición de enfermedades o que, por ejemplo, los jóvenes no puedan estudiar en buenas condiciones.

MÁS CAMPAÑAS DE SENSIBILIZACIÓN

Para paliar la pobreza energética en las islas, el estudio hace una serie de recomendaciones, entre ellas, fijar una estrategia "integral" para concienciar a todos los sectores sociales y económicos sobre este problema; que el bono social sea más conocido y se extienda a otras fuentes de energía como el gas butano; adaptarlo a la realidad de los hogares canarios; impulsar campañas de sensibilización sobre ahorro energético y mejorar la calidad de las construcciones.

En esa línea, Santiago Rodríguez ha apuntado que el bono social está funcionando "perfectamente" en Canarias y no hay problemas de suministro energético, si bien ha lamentado que el cambio introducido con el último Real Decreto ha "saturado" a los ayuntamientos.

En total, en Canarias hay 104.539 personas acogidas al bono social, de las que 94.536 pertenecen al antiguo, mientras que con el nuevo, de casi 30.000 solicitudes, se han aprobado ya 10.003.

Sobre la posibilidad de potenciar el autoconsumo para mejorar la eficiencia energética, Ramos ha señalado que la implantación de placas fotovoltaicas pueden ayudar "a medio y largo plazo" pero no sirven para paliar la pobreza energética de forma inminente.

Para tener un conocimiento más profundo de la realidad, el Comisionado ha dicho que ya se ha encargado al Istac un estudio sobre condiciones de vida de los hogares, con casi 2.000 encuestas, y que arrojará datos por islas, comarcas y municipios.