La cantante Demi Lovato ha visto cómo desde las redes sociales le caía un aluvión de críticas por una broma que hizo en Twitter mientras jugaba a responder preguntas de sus fans en esa red social.

La mayoría de las preguntas y las respuestas pasaron sin pena ni gloria y se movieron dentro de lo políticamente correcto, hasta que un fan le preguntó cuál era la broma más pesada que había hecho.

Y Demi Lovato no dudó en contar que en una ocasión "contraté a una dama de la noche en Las Vegas y la envié a la habitación del hotel de Max para que lo sorprendiera. Ella entró a su habitación sin pedir permiso y lo agarró en su 'área' y se asustó".

El Max al que se refiere es Max Lea, su representante y jefe de seguridad, al que suele gastar bromas que Lovato no duda en subir en forma de vídeo a sus redes sociales.

Pero en esta ocasión muchos fueron los usuarios que se quejaron por la frivolidad con la que Lovato había jugado con un tema como el de la prostitución y los abusos sexuales. Ante las primeras críticas la cantante respondió con un tuit que decía "juro que podría twittear algo sobre tener ganas de comer gominolas y ofendería a alguien", lo que encendió aún más los ánimos.

Así que finalmente Demi Lovato tuvo que disculparse, añadiento otro tuit en el que decía "para todos los que vienen contra mi, escuchad la letra de Warrior [una canción sobre salir del trauma de los abusos sexuales] y tal vez tendréis más compasión por alguien que cometió un simple error. Por todas las personas que conozco en torno al abuso sexual. No tenéis que educarme" y en otro tuit escribió "Lo siento mucho si alguien se ofendió".

No calmó los ánimos ni que el propio objeto de la broma, Max Lea, saliera en defensa de Demi Lovato, tuiteando que él no estaba ofendido y que los usuarios que la criticaban "necesitan madurar". "Era una broma y una broma divertida de alguien con quien es increíble trabajar y que hace todo lo posible por sus fans, familiares y amigos. Te quiero @ddlovato", añadía.