La cantante austríaca Conchita Wurst ha sorprendido este fin de semana con un cambio de look radical: con el cabello y la barba teñidas de rubio platino y un traje de color blanco, a juego con su nuevo tinte.

Wurst, que ganó el festival de Eurovisión en 2014 con la canción Rise Like a Phoenix, ha posado irreconocible en Viena, durante la alfombra roja del Life Ball 2018, el mayor evento filantrópico de Europa para recaudar fondos contra el sida.

La artista fue una de las protagonistas de la gala, celebrada este pasado sábado. Conocida por su activismo en favor de los derechos LGTBI, el pasado mes de abril reveló que es portadora del VIH desde hace varios años.

En esta ocasión, la temática del evento fue la película Sonrisas y lágrimas, de ahí que la velada estuviese repleta de referencias al legendario musical de Hollywood (1965) que cuenta la historia de la familia Von Trapp en Austria pocos meses antes de que el país fuera anexionado por la Alemania de Hitler.

Dentro de esta temática, la diva austríaca interpretó a la novicia María, protagonista del filme, un papel que intercaló con su labor de presentadora de la gala, en la que pidió asimismo "aceptación, respeto e inclusión".