"Ahora felicitamos los cumpleaños por Whatsapp, no llamamos, no quedamos, no nos tocamos, no nos miramos a los ojos, no sabemos si hay verdad, si hay cariño...", dice Christian Gálvez, presentador de Pasapalabra para el gran público y experto a nivel mundial sobre Leonardo Da Vinci cada vez para más gente.

Y es esa frialdad de la tecnología la que le llevó a obsesionarse por los rostros y en concreto por el del genio florentino, al que ahora dedica como comisario la exposición Leonardo Da Vinci: Los rostros del genio, que conmemora el 500 aniversario de su muerte de Da Vinci y que traerá por primera vez a España la Tavola Lucana, obra original del artista y considerada su autorretrato, aunque Gálvez ponga en duda que ese sea el rostro del maestro.

Se trata de un lienzo "lleno de misterio", redescubierto por el historiador Nicola Barbatelli en 2009 y que es considerada la imagen que ha influenciado toda la iconografía de Da Vinci desde 1519 hasta el siglo XIX (figuras como Cristofano Coriolano, Francesco Allegrini, entre muchos otros) y que, según Gálvez, esconde en su reverso las palabras "mi pintura" junto a una huella dactilar gemela a otra obra del genio, la llamada Dama del armiño.

Con sedes en el Palacio de las Alhajas y en la Biblioteca Nacional, la exposición se abrirá entre el 29 de noviembre de este año y el 19 de mayo de 2019 y entre otros atractivos permitirá observar los códices Madrid I y Madrid II, escritos de puño y letra por Da Vinci, además de que se abrirá a los visitantes por primera vez el gran vestíbulo de la Biblioteca, que se convertirá en sala de exposiciones con, entre otras cosas, partes a tamaño real del gigantesco proyecto del caballo de los Sforza.

Pero en esta muestra, que pone a España en el mapa de países que conmemoran el aniversario de Leonardo, "lo primero va a ser arrancar esa leyenda y replantearnos qué significa la palabra genialidad. ¿Era un genio alguien ilegítimo, iletrado y con muchas posibilidades de ser disléxico, bipolar y déficit de atención? Queremos plantear dudas, por ejemplo, sobre aquellas imágenes y autorretratos que por tradición popular se asocian con el rostro de Leonardo", explica Gálvez, que colabora con el proyecto Leonardo da Vinci DNA Project, que pretende reunir evidencias biológicas que permitan reconstruir el verdadero rostro del florentino.

La tecnología permitirá ver en realidad virtual y realidad aumentada los dibujos que Leonardo plasmó en los códices: "queremos utilizar esa tecnología para presentar lo que Leonardo tuvo en su cabeza. A lo que tenemos de él en sus páginas le queremos dar corporeidad, tridimensionalidad a su imaginario", recalca Gálvez.

Apuntes de Leonardo y reproducciones físicas y virtuales de ingenios y maquinas que creó el florentino, el trabajo del artista sobre sus descripciones precisas de las proporciones del ser humano y "su historia a través de las caras de todos aquellos que alguna vez trabajaron o vivieron con Leonardo" completarán la muestra, avalada por la Embajada de Italia en España, por la Biblioteca Nacional y por el Ayuntamiento de Madrid.