CIU ha propuesto una reforma de la ley de extranjería que prevé exigir el conocimiento del castellano y del catalán a los inmigrantes establecidos en Catalunya que deseen obtener el

permiso de residencia permanente.

La medida serviría por reclamar a los inmigrantes solicitantes del permiso un "

esfuerzo de integración" a la sociedad de acogida, que quedaría demostrado no sólo con el aprendizaje de las dos lenguas cooficiales sino también con la asunción de determinados "valores de convivencia de la sociedad", según que ha explicado Carles Campuzano, número cuatro en la lista electoral de CIU al Congreso.

Campuzano ha recordado que España tiene pendiente traducir al ordenamiento jurídico español una directiva europea sobre permisos de residencia permanente, que prevé que la obtención de este permiso "no sea simplemente

fruto del paso del tiempo, sino que los estados puedan legislar porque su obtención responda también al esfuerzo de integración de las personas de origen extranjero".

Este "esfuerzo de integración", ha subrayado Campuzano, ahora no se exige en la legislación española, puesto que todavía se ha de aplicar la

directiva de la UE en este sentido.

Según Campuzano, la Generalitat, y no el Estado, debería ser la encargada de

evaluar si el grado de arraigo del solicitante a la sociedad catalana es el óptimo porque se le pueda conceder la residencia permanente.