Loquillo: "Soy un monstruo que cada cierto tiempo se reinventa"

  • "Soy la envidia del negocio: ¿qué artista con 57 años consigue dos números 1 seguidos?"
Loquillo, antes de la entrevista.
Loquillo, antes de la entrevista.
JORGE PARÍS
Loquillo, antes de la entrevista.

Cuatro décadas sobre los escenarios merecían un disco y una gira que recorriera la trayectoria del rockero sin sucesor ni imitador posible: Loquillo.

El artista, que cuando sube a escena sigue usando pasos de basket, no ha dudado en colar la palabra que mejor lo define, 'actitud', en el trabajo: 40 años de Rock 'N' Roll Actitud (Warner). Una manera de ser y estar con la que empieza casi él la entrevista en una sala, que hace las veces de bar, algo oscura y bastante roja de un hotel de Madrid.

Situados en la barra y frente a una nada despreciable cantidad de botellas de alcohol resulta imposible no acabar mirando y preguntar: ¿Se lo ha bebido usted ya todo? Ante lo que Loquillo tiene una respuesta clara y precisa: "Antes lo hacías para divertirte, y luego ya no tiene ningún sentido. Cuando lo haces para evadirte lo sigue teniendo, pero si ni eso queda, entonces ya no lo hay. Me interesa poco".

¿Y qué le interesa?

Poder desarrollar todo lo que he aprendido, que es mucho.

¿Le queda mucho por aprender?

Bueno, yo llevo una temporada viviendo en la película Casablanca y estoy esperando a tener los salvoconductos para poder escapar.

¿Y cómo se vive en Casablanca?

Se vive retomando todas las vidas anteriores y eso terminará creando el siguiente monstruo, porque yo soy una especie de monstruo que cada cierto tiempo se reinventa. Y en eso estoy ahora, en ese momento de mezclar todos los personajes que he sido y que dé como resultado el definitivo. Ahora lo tengo claro, antes no lo tenía. Antes sabía que tenía ir a otros personajes y vivir otras vidas, ahora creo que el personaje que se está creando es el definitivo.

¿Ya vamos a por una vida entonces?

Soy consciente de las vidas que me pueden quedar, entonces más vale que resolvamos pronto y no andemos dando muchas vueltas mareando al perdiz.

¿No es tiempo de mucha crisis existencial?

No, no tengo problema de crisis de madurez ni nada de eso. No lo tengo en absoluto, siempre he tenido muy claro la edad que tengo. No he tenido problemas de identidad, nunca he querido vivir la edad que no tengo porque las viví todas cuando las tuve que vivir. Siempre muy intensamente, soy muy intenso, y soy sagitario, entonces voy siempre muy fuerte. Por otro lado tengo un físico que me acompaña y eso me permite mantenerme muy bien. Tengo 57 años.

¿Cómo era hace 40 años?

Esa arrogancia y ese decir no ya lo llevaba de niño. Lo que no sé es por qué no me preguntáis: ¿eres feliz?

Es que la última vez que se lo pregunté acabamos diciendo que la felicidad no existe.

Es posible, porque a veces uno tiende a irse a los poetas malditos, pero ahora creo que no va de eso.

¿Y feliz, lo es?

Sí, soy feliz. Soy la envidia del negocio. ¿Qué artista con 57 años consigue dos números 1 seguidos y las dos giras más importantes dentro del país? Nadie.

Si le hubieran puesto esta foto de quién es hace 50 años, ¿qué habría pensado ese niño, se lo habría creído?

Sí. Lo tenía clarísimo, sentía que tenía que hacerlo yo. Fui periodista, líder pandillero, locutor de radio, siempre me quejaba de por qué no había bandas y llegó un momento en que dije ¿y por qué no lo hago yo? Y lo hice. Nace de eso. Y por otro lado he sido un buen gestor del talento.

¿Hasta qué punto es importante ser un buen gestor del talento?

En esto hay mucho ego. No hay peor artista que el que se cree el centro del mundo, eso tiene fecha de caducidad y acarrea muchos problemas personales. Nadie puede mantener  una misma línea de nivel siete discos seguidos, imponiendo todo él, sin tener voces alrededor que discrepen, produciendo todo él. Es importante rodearte de los mejores escritores de canciones y músicos, y renovar ese staff y tener un equipo que trabaje a favor de obra. Esto es una empresa. Esto no es una coña marinera como muchos creen.

¿Aún?

Sí, porque sino los creadores tendríamos un estatuto de creador que defendiera nuestros intereses. Cosa que no existe en este país. Después de 40 años de democracia no existe y los pobres escritores tienen que ceder los derechos de autor para tener una pensión. Por eso digo que sigue siendo una coña marinera dedicarte a esto. Así que solo puedes defenderte. Y yo solo conozco una manera de defenderme que es atacar.

¿Subir a un escenario le resulta más placentero ahora que antes?

Sí, porque yo cada vez estoy más contramundo, entonces la vida normal me resulta muy difícil. Soy feliz en un escenario, porque ahí soy yo. Fuera soy un personaje, interpreto.

¿Y la persona?

Esa sale arriba, en el escenario. Fuera soy un actor que interpreta un personaje, es lo que hago todo el tiempo, el único momento en que se me permite ser libre es en un escenario, ahí soy yo. Nadie entra en ese espacio, ese es mi territorio, ahí mando yo, puedo ser como quiera. Cuando bajo, estoy en perfecta alineación. Todos quieren saber de mí y presionan para que seas de una manera o de otra; así que tienes que crearte un personaje, una coraza, un héroe de Marvel. Eso es distinto a lo que piensan los artistas en este país.

¿Qué piensan?

Los artistas de este país piensan que se es un artista en el escenario y que al bajar eres normal. Mentira.

¿No desaparece el personaje ni cuando vas a dormir?

Yo creo que ni entonces. Mi posición frente al mundo es siempre coraza.

¿Siempre fue así?

Sí, siempre he sido así. Siempre fui el tipo raro, con mi mundo, mis maneras de hacer las cosas. Y elegí los amigos adecuados. Es importante conocer los ganadores en la línea de salida. Fui un niño feliz.

¿Del todo?

Era hijo de clase obrera como mucha gente, eran perdedores de la guerra, cárcel y todo aquello, 49 metros cuadrados, padre, madre, tía, abuela. Solo me quedaba una cosa: salir corriendo. Esa ha sido al historia de mi vida.

¿Y si el origen hubiera sido el contrario?

Entonces igual habría sido comunista, que es lo que suele ocurrir. Eres un niño bien, quieres ser malo y joder a tus padres, y te haces comunista o revolucionario. Cuando sales de clase obrera lo que quieres es ganar, comprar una casa a tus padres y hacer todo aquello que en los años sesenta hacían los toreros.

¿Imaginaba un país como éste ahora?

Yo vivo en el mejor país que se puede vivir. Cuando ya te has bebido todos los bares...

¿Se los ha bebido todos?

Digamos que he estado, porque si no, sería un alcohólico y no lo soy. Ahora yo, y desde hace años, tengo la suerte de tocar en sitios increíbles, hay 1001 castillos en España acojonantes.

Y algunos están en su tierra, Cataluña...

Yo soy barcelonés, que es diferente. Es como decirle a un parisino que es francés. Soy del barrio del Clot y mi tierra era mi calle, ese es mi concepto. Soy internacionalista porque mi ciudad es así. Nunca he sido sectario.

¿Ha perdido en algo o siempre gana?

No, he elegido muy bien mis posibilidades. Si sabes lo que sabes hacer puede haber alguien mejor, entonces aprende y nunca pierdes. Si te gana alguien, aprende de ese. Así ganas de las dos maneras. O porque ganas o porque aprendes de alguien mejor. Yo siempre he aprendido de los mejores. Y de los que estaban antes que yo y de los mayores.

¿De quién aprende más: hombres o mujeres?

No hago diferencias.

¿Por ahí han entrado las enfermedades, por hacer diferencias?

Es que yo me alimento de talentos, soy un vampiro confeso. Me alimento de la sangre de los demás, y no hago diferencias.

¿Cómo se quita de encima el oportunismo?

No los dejo caer, les corto la cabeza directamente. Lo mejor es cortarles la cabeza.

¿Qué es lo que le quita la alegría, qué le hace infeliz?

Volver a ver los fantasmas del siglo XX. Los cuatro jinetes del Apocalipsis otra vez. Ese es el miedo que tengo. Como ya hemos visto donde nos ha llevado lo que hay que hacer es atajar eso lo antes posible.

¿Por qué no habla de política ya?

Es muy difícil ser estrella de rock hoy en día porque tenemos una competencia atroz entre políticos y periodistas: todos quieren ser estrellas. Y lo que tienen que hacer es su trabajo y dejarnos a nosotros ser estrellas ques es nuestro trabajo y no hacemos daño a nadie. Los políticos y el mundo del rock tienen mucho que ver porque es el centro del universo. El diferencial es que ellos siempre defraudan y nosotros de vez en cuando hacemos una canción que hace felices a los demás. Me encantaría hablar de política pero toda tu trayectoria de 40 años se va a la mierda por un titular que da más tuits. No debo, no es que no quiera. Me gustaría que la prensa que todavía tiene ojos y boca, que queda, entienda que es una putada no poder tener una conversación. Me gustraría volver a los viejos tiempos y hablar de lo que fuera.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento