Y es que tanto sus vinos como los famosos embutidos del lugar hacen del Valle del Najerilla una de las comarcas más especiales de La Rioja.

Sin duda, la garnacha de esta zona es una variedad autóctona, protegida y potenciada por sus habitantes y han posibilitado crear un delicado paladar en sus vinos.

En la primera edición de esta Feria, más de 3.000 personas visitaron la localidad. Y en esta segunda edición además de las dos importantes catas se han organizado multitud de actividades como una conferencia inaugural, una completa degustación de productos típicos, varias visitas guiadas por los viñedos centenarios que incluirá una exhibición de laboreo artesanal para los más pequeños, un concierto y jornadas de puertas abiertas en empresas de la zona, destinadas a dar a conocer a los visitantes la singularidad del Valle del Najerilla.