Este proyecto está liderado por el MAPAMA, a través de la CHE y cuenta con la colaboración de las Comunidades Autónomas de La Rioja, Navarra y Aragón, además de buscar la implicación con sus propuestas, de todos los agentes en este territorio, encabezados por los ayuntamientos.

El Ebro Resilience se presentará para su cofinanciación ante la Unión Europea en el próximo mes de septiembre y antes de ello se recabarán las ideas de los consistorios, asociaciones y población ribereña y se evaluarán las propuestas. En el mes de diciembre se conocerá si la propuesta ha sido pre-seleccionada. Para su aprobación definitiva habrá que esperar a abril de 2019, pero la UE ya ha aprobado la cofinanciación para la asistencia técnica que redacta la propuesta.

A la presentación estaban convocados los ayuntamientos de Agoncillo, Alcanadre, Aldeanueva de Ebro, Alfaro, Arrúbal, Calahorra, Logroño, Pradejón y Rincón de Soto. Recientemente se ha informado de la iniciativa a los municipios ribereños de Navarra y Aragón.

Este proyecto pretende la implantación entre 2020 y 2027 de las medidas previstas en el Plan de Gestión de Riesgo de Inundación del Ebro (PGRI Ebro) entre Logroño y La Zaida, un tramo con claras afecciones durante los episodios de avenida y que, además, tiene unos valores ambientales importantes, perteneciendo en su mayor parte (63,5%) a espacios de la Red Natura 2000 o con otras figuras de protección, y existiendo en ella diversas especies protegidas e incluso en peligro de extinción.

Las medidas del PGRI Ebro implican a diversas administraciones y competencias, por lo que la colaboración y las medidas consensuadas van a ser uno de los puntales de la propuesta.

ESQUEMA DEL PROYECTO

El proyecto LIFE IP Ebro Resilience se divide en varias áreas de interés, una de ellas es el desarrollo de capacidades sociales a través de un programa de concienciación y mejora del conocimiento de gestión de los riesgos de inundación entre actores sociales afectados, con actividades divulgativas y jornadas formativas.

Comprende actuaciones para la reducción de la frecuencia de inundación, como la recuperación del espacio fluvial, la optimización de los elementos de defensa longitudinales existentes y la mejora de la capacidad hidráulica del río.

Asimismo, se centra en la adaptación de los elementos vulnerables al riesgo de inundación (actividades agropecuarias, edificaciones, instalaciones y servicios esenciales).

Abordará la contribución al cumplimiento de objetivos ambientales de la Directiva Marco del Agua y de la Directiva de Hábitats y Especies, además de la creación del Banco de Hábitats del eje del Ebro.