Tan sólo las monjas capuchinas del convento de Santa Rosalía, de la calle Cardenal Spínola, han aceptado convertir parte de su convento en un hotel. Hace casi dos años que el Ayuntamiento de Sevilla y el Arzobispado dieron esta opción a un total de 16 conventos de clausura como fórmula para obtener el dinero que las comunidades religiosas necesitan para rehabilitar y mantener estos históricos edificios, que en muchos casos se encuentran muy deteriorados.

Desde entonces, sólo Santa Rosalía ha decidido por ahora seguir adelante con el proyecto. Así se lo han comunicado ya las hermanas a la Gerencia de Urbanismo. De este modo, un particular gestionaría durante unos 25 años una zona de los más de 6.500 metros cuadrados que tiene el monasterio. El proyecto concreto para saber cuántas habitaciones tendrá y cómo será este hospedaje en pleno casco histórico de Sevilla todavía está elaborándose.

En muy mal estado

Las monjas, por su parte, se garantizan su total independencia a través del claustro del convento. Y es que el edificio, del siglo xviii, se encuentra ya en muy mal estado. Desde hace años tiene grietas en sus muros, goteras por numerosos rincones y sus vigas han sufrido plagas de termitas. Varios artesonados han desaparecido y la biblioteca tuvo que ser clausurada hace dos años por desprendimientos.

El Ayuntamiento ha tenido que intervenir en varias ocasiones con obras de urgencias y hay colocados testigos en sus muros exteriores (en Cardenal Spínola) para controlar el tamaño de las grietas.

Con este plan, el casco histórico de Sevilla ganará un hospedaje con encanto y la comunidad religiosa, financiación para evitar el deterioro total del edificio.