Las deudas por no hacer frente al pago del alquiler de viviendas se redujeron en 2017 en Catalunya por segundo año consecutivo, después de un aumento constante entre 2007 y 2015 como consecuencia de la crisis económica. Así lo revela el último informe de morosidad sobre arrendamientos en España, elaborado por el Fichero de Inquilinos Morosos (FIM), que muestra que a pesar de que esta estuvo por encima de la media nacional (6.032,79 euros), se situó en los 6.599,83 euros anuales por familia morosa el año pasado, lo que supone una disminución del 2,76% respecto a 2016.

El director de Estudios y Calidad del FIM, Sergio Cardona, señala que este descenso se debe a "la expansión en Catalunya, y sobre todo en la capital catalana, de los alquileres para turistas", más cortos y con menos riesgo, "por el miedo de los propietarios a la morosidad". "Muchos de ellos se han pasado a los arrendamientos turísticos", dice. Esto permite que disminuya el número de inquilinos deudores en la comunidad a pesar de que los precios de los alquileres de domicilios habituales suben. En 2017, según el portal inmobiliario Idealista.com, aumentaron un 8,8%, hasta situarse en los 14,4 euros el metro cuadrado.

El estudio del FIM muestra, por otro lado, que aunque la media de morosidad en Catalunya decreció el año pasado, no ocurrió lo mismo en todas las provincias. En Barcelona y Tarragona bajó, pero subió en Girona y Lleida.

Según el informe, en Barcelona la deuda media anual de las familias morosas fue de 10.661,07 euros en 2017, un 2,66% inferior a la de 2016. En Tarragona se situó en los 5.004,57 euros, lo que representa una disminución del 3,14%. La bajada en esta provincia, apunta Cardona, no es consecuencia solo del aumento de los pisos turísticos, sino también de que "hubo incrementos muy fuertes en los años anteriores por la crisis económica y el crecimiento del mercado de alquiler". "Es normal que ahora haya una mejoría", señala el director de Estudios y Calidad del FIM.

Respecto a Girona y Lleida, el estudio muestra que en la primera, la deuda media anual de los inquilinos morosos fue de 4.218,11, euros el año pasado, lo que se traduce en un aumento del 8,60% en relación a 2016. En Lleida fue de 3.311,56 euros, un 0,61% superior a la de 2016. Cardona atribuye estos incrementos a que en estas dos provincias, los mercados de alquiler, "más chiquititos", están creciendo "poco a poco", lo que hace que aumenten las posibilidades de morosidad.

Para reducir el riesgo de arrendar una vivienda a una persona que no pueda hacer frente a las cuotas, el director de Estudios y Calidad del FIM recomienda a los propietarios asesorarse a través de "profesionales del sector inmobiliario". "Estos, además de garantizar que el contrato de alquiler que se firma es correcto, consultan los ficheros de inquilinos morosos", explica.

A nivel nacional, con una morosidad media de 6.032 euros anuales, Madrid es la comunidad autónoma que registró en 2017 la deuda más elevada del Estado: 9.617 euros, según el Fichero de Inquilinos Morosos.

Le siguen las Islas Baleares, con 8.234 euros; el País Vasco, con 6.950; Catalunya, con una deuda media de 6.599 euros; y Navarra, con 6.184. Todas ellas están por encima de la media nacional. En el extremo opuesto se sitúan Castilla y León (3.489) y Extremadura (3.307).