Los dos episodios de malos olores que ha vivido la recién estrenada Ciudad de la Justicia de Málaga han desembocado en que un técnico haga guardia las 24 horas del día para detectar cualquier anomalía. El último caso se produjo el miércoles, cuando un fuerte hedor, procedente al parecer de las cañerías de un aseo, obligó a trasladar del sótano al Juzgado de Instrucción número 5. Este episodio redunda en el ocurrido el martes de la semana pasada. Entonces, al sacar de las cámaras frigoríficas un cadáver en putrefacción para incinerarlo, el mal olor se extendió por un pasillo, pero éste, según la Junta, se eliminó al cortar el aire acondicionado, aunque se tuvo que desalojar un Juzgado de Guardia. Ayer, el inspector que mandó el Ayuntamiento revisó las instalaciones y no detectó hedor alguno.