Grandes errores históricos de 11 películas célebres

Sumando todos sus reestrenos, 'Titanic' (1997) acumula un total de 2.187 millones de dólares (solo en Estados Unidos recaudó 659 millones).
Sumando todos sus reestrenos, 'Titanic' (1997) acumula un total de 2.187 millones de dólares (solo en Estados Unidos recaudó 659 millones).
PARAMOUNT PICTURES
Sumando todos sus reestrenos, 'Titanic' (1997) acumula un total de 2.187 millones de dólares (solo en Estados Unidos recaudó 659 millones).

El cine está lleno de grandes y exitosas películas basadas en hechos históricos. Algunas modifican la realidad en función del guión y al antojo del director, como es el caso de Malditos Bastardos de Quentin Tarantino, pero otras, no se sabe si por despiste o qué razón, cometen importantes errores que también pasan a la posteridad. Desde Europa Press así como otras webs especializadas han seleccionado las películas más célebres con fallos históricos imperdonables.

Braveheart es una cinta protagonizada por Mel Gibson en la que se cuenta la historia de William Wallace, quien se convirtió en un héroe nacional en Escocia y símbolo del movimiento rebelde. Entre los fallos de la película: nunca se pintaba la cara y no nació en el seno de una familia campesina, sino en el de una acomodada y noble. Varias webs hablan de Wallace e indican que se trató en realidad de un hijo privilegiado de un noble hacendado de Renfrewshire. Otros errores son la muerte de Alejandro III de Escocia, seis años antes de lo que se cuenta, o la aparición de banderas y escudos que no se corresponden con la época.

El patriota es otra cinta protagonizada por Mel Gibson en la que hay errores, como modificar al extremo al héroe nacional de EE UU Benjamin Martin. Tras ver la película nunca pensarías que en realidad se trató de una persona que maltrataba a su esposa o disfrutaba matando a indios y violando a prisioneros de guerra. Además, fueron las tropas británicas las vencedoras de la Batalla del Palacio de la Justicia de Guilford.

Apocalypto, también de Mel Gibson, se basa en la historia de las sociedades precolombinas en América. Una historia exagerada ya que en ella se muestran crueles sacrificios humanos que solo estaban reservados a miembros de poderosos clanes de las tribus, no a todos. También se mezclan ritos aztecas con la civilización maya y también hay innumerables fallos cronológicos sobre España.

Titanic muestra una escena que se corresponde con la realidad: los miembros de la banda de música tocaron mientras el transatlántico se hundía, pero en realidad fueron canciones alegres, no lo que se muestra en la película.

En 300 se adaptó el cómic de Frank Miller sobre la batalla de las Termópilas. La cifra de espartanos que se enfrentaron a los persas que pretendían invadir la actual Grecia fue superior a la que se cuenta en la cinta. En concreto, habrían sido alrededor de 7.000 soldados. Pese a que el imperio aqueménida de Jerjes iba desde lo que hoy conocemos como Turquía hasta el río Indo, en la película se unen elementos procedentes de India, África, Mongolia... sin que eso hubiese sido posible en el 480 a.C. Jerjes tampoco tenía un ejército de gigantes con cuernos.

Pocahontas es otra cinta que retocó, quizá de forma voluntaria, la historia de amor que en ella se cuenta ya que la verdadera Pocahontas tenía 11 años cuando conoció a John Smith, que tenía 28.

Shakespeare in Love cuenta un romance que no se dio en la vida real. Pro el error de bulto en la cinta es que confunden el orden cronológico de las obras del célebre escritor.

Pearl Harbour deja ver innumerables aviones japoneses en los cielos de Hawai, cuando lo cierto es que Japón empleó 300 y apenas perdió 29 en la ofensiva. Michael Bay, por su parte, omitió que Japón había declarado la guerra a Estados Unidos, aunque el Secretario de Estado se enteró tarde por un fallo en las comunicaciones.

Los intocables de Eliot Ness está basada en las memorias de Ness, por eso quizá se atribuye el final del mafioso Al Capone a Los intocables, cuando en realidad fue el inspector de Hacienda Franklin H. Wilson, quien acabó con él por evasión de impuestos.

El último Samurái muestra a Saigo Takamori, considerado el último samurái, morir por armas de fuego cuando lo que dice la tradición japonesa es que cometió seppuku, método de suicidio que empleaba esta casta japonesa.

Salvar al soldado Ryan se puede ver como el capitán Miller dispara a través del visor del conductor de un Tiger I, algo imposible en aquel 1944.

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