Desde que Tráfico endureció las penas por infracciones graves , el 2 de diciembre, en Valladolid han detenido a 39 personas, uno al día. Todos estos casos fueron por conducir bebidos y dar más de 0,6 mg/l de alcohol, más del doble de la tasa permitida (0,25). En cambio, los radares aún no han pillado a ningún fitipaldi.

La Guardia Civil pilló a 17 infractores en las carreteras de la provincia y el resto cayeron en los controles instalados por la Policía Local en Valladolid capital.

El último caso fue el de un conductor de Mérida (Badajoz) que dio 0,84 y 0,75 mg/l de alcohol en sangre -tres veces más de lo permitido- en un control instalado en Tordesillas el sábado.

En el primer mes de vigor de penas de cárcel para los conductores temerarios, en Castilla y León la Guardia Civil detuvo a 139 personas, cinco de ellas por velocidad: dos en Salamanca, otros tantos en Burgos y una en Zamora.

Hubo un conductor que en una zona de 50 km/h pasó a 140; y

El delegado de Gobierno, Miguel Alejo, indicó que ya se han celebrado los primeros juicios rápidos por estas infracciones, si bien todavía no le habían llegado los datos de las penas impuestas.

«Vemos que el número de personas que dan positivos en controles de alcoholemia se reduce, pero hay que seguir inisistiendo hasta que sean cero», apuntó el delegado de Gobierno.