El sector del cava facturó 1.149,3 millones de euros en 2017, lo que supone un aumento de un 6,5% respecto a las ventas del ejercicio anterior, según ha explicado este miércoles en rueda de prensa el presidente del Consejo Regulador del Cava, Pere Bonet.

Las ventas se situaron en 252,51 millones de botellas, un 3% más, debido al buen comportamiento del mercado exterior, que creció un 2% con 3,2 millones de botellas más que el año anterior y alcanzó la "cifra récord" de los 162,22 millones de botellas.

También destaca la evolución del mercado interior, que creció un 4,7% en comparación con el año anterior, hasta los 90,29 millones de botellas.

El director de comunicación de Freixenet, Pedro Bonet, espera que el grupo alemán Henkell haya adquirido la mayoría del capital de Freixenet "para sumar en el cava y no para restar".

El pasado mes de marzo, Henkell, la filial de vinos espumosos, licores y vino del grupo Oetker, firmó la adquisición del 50,67 % de las acciones de Freixenet, la empresa líder del sector del cava, por algo menos de 200 millones de euros.

Durante la presentación de los resultados del sector del cava del ejercicio 2017, Bonet ha destacado que en Henkell "tienen una clara vocación" por este sector y "ven el mundo del vino con ojos de vino espumoso".

Además, ha añadido, "están teóricamente encantados" con poder acceder a un mercado potente de método tradicional como es el español. "Espero que vengan a sumar en el cava y no a restar", ha apostillado.

La firma catalana, con sede en Sant Sadurní d'Anoia (Barcelona) y más de cien años de historia, es líder mundial en el sector del cava, mientras que Henkell cuenta con la marca Mionetto y Trocken, el vino espumoso más exportado de Alemania.

La venta de Freixenet ha sido posible después de que la familia Hevia y tres ramas de la familia Bonet hayan decidido aceptar la oferta de la compañía alemana, que lleva más de un año y medio intentando materializar esta adquisición