Aparcamiento en el arroyo de la caleta l A pesar de la riada de 2006, los conductores siguen estacionando en su cauce.

«Si hubiera el menor riesgo de que empezase a llover, esos coches no estarían allí aparcados». Así de contundente se mostró el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, el pasado 28 de noviembre, la última vez que habló en público del peligroso aparcamiento improvisado en el cauce del arroyo de La Caleta. Ese riesgo se convirtió en realidad durante gran parte del día de ayer y los vehículos seguían estacionados allí, desafiando a la lluvia que cayó.

Este arroyo sufrió en noviembre de 2006 una espectacular riada que se llevó por delante a más de una veintena de coches, e incluso algunos de ellos acabaron sumergidos en el mar. Desde entonces, Ayuntamiento y Junta de Andalucía han mantenido que no tienen la competencia sobre este asunto, por lo que el cauce sigue a diario repleto de vehículos –más aún desde la apertura de la Subdelegación en La Caleta–, que han desembocado, además, en la aparición de gorrillas. De la Torre sugirió hace poco más de un mes que con la llegada de la lluvia se enviarían policías locales o personal municipal para prohibir el estacionamiento y que la idea era advertir con carteles el peligro que conlleva dejar el coche en el cauce de este arroyo.

La lluvia se dejó ver ayer en toda la provincia. En la capital se recogieron 6,1 litros por m2 y 14,4 en Estepona (la máxima). Hoy estamos en alerta por fuertes vientos.