El Pabellón de Iniciativas Ciudadanas de la Expo, promovido por organizaciones no gubernamentales y concebido como un recinto ecológico, será menos sostenible de lo previsto y tendrá equipos convencionales de aire acondicionado. Aunque la idea original era crear un sistema de refrigeración prácticamente natural, sus responsables han tenido que modificar el proyecto para garantizar una correcta temperatura en el recinto, por el que pasarán en torno a mil personas por hora.

El arquitecto, Ricardo Higueras, diseñó el pabellón como un cántaro cerámico con estructura de barro para poder regular la temperatura en su interior de un modo similar a como hacen los botijos (como ya se denomina al recinto) con el agua.

El sistema inicialmente se complementaba con grandes ventiladores que creaban corriente y refrigeración al extraer el aire del interior del pabellón. Una idea que, sin embargo, se ha desechado por motivos económicos y porque los ventiladores, según fuentes del pabellón, «ocupaban demasiado espacio y no aseguraban que se fuera a conseguir la temperatura adecuada».

Los técnicos han decidido sustituir estos ventiladores por aire acondicionado estándar que utiliza agua del subsuelo para enfriar el aire. "Es más sostenible que un equipo convencional y no tiene impacto ambiental", asegura Cristina Castro, responsable del pabellón.

Energías renovables

Aunque los aparatos de aire acondicionado que va a incorporar el pabellón de Iniciativas Ciudadanas son similares a los que puede tener cualquier familia en su casa, la responsable de este recinto de la Expo, Cristina Castro, asegura que se sigue respetando la filosofía inicial de sostenibilidad del recinto. "Todas las energías que se van a utilizar para mover los aparatos de refrigeración son renovables", asegura. Pese a ello, las modificaciones parece que no han sentado muy bien en entidades con presencia en el pabellón.

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