Torres explicó que ha firmado la resolución para declarar la obra de emergencia después de consultar los servicios técnicos y jurídicos competentes, por lo que esto "permitirá empezar los trabajos a la mayor brevedad posible", según informó el Cabildo en nota de prensa.

De todos modos, puntualizó que el inicio de los trabajos están condicionados por la climatología porque al continuar lloviendo se siguen produciendo desprendimientos en la zona y en numerosas carreteras de la cumbre, donde solo en la mañana de este miércoles "se han registrado más de una decena de derrumbes de menor magnitud".

En este sentido, expuso que el periodo de ejecución se prevé que sea de unos seis meses, si bien añadió que también estarán condicionados por el propio desarrollo de los trabajos y por situaciones sobrevenidas como ocurrió con la última obra de emergencia en la carretera de Ayacata a Mogán (GC-605), donde durante las obras se hallaron tres cuevas debajo de la carretera.

Torres explicó que es una obra "muy compleja, con muchos condicionantes", pero aseguró que el personal trabajará "a destajo para agilizar los plazos y reducir al máximo las molestias" a los vecinos de la zona. Esta obra contará con un presupuesto inicial de 1,5 millones de euros donde hay una partida para estabilizar el talud, porque "supone casi la mitad del presupuesto".

Las obras comenzarán con el saneo y la descarga del risco a lo que seguirá una "compleja" maniobra técnica que consiste en inclinar la ladera hacia adentro para que no sobresalga sobre la calzada.

Los técnicos indican que tras la inspección visual solo la roca de mayor tamaño caída sobre la vía tiene un peso aproximado de entre 800 y 1.000 toneladas, un material que se precipitó desde una altura de entre 30 y 40 metros lo que ocasionó que la carretera prácticamente haya desaparecido a lo largo de unos 25 metros.

Para reponer los daños será necesario reconstruir el muro de contención de 8 metros de altura en los 25 metros para lograr una base firme y después acometer la reconstrucción de la calzada, el asfaltado y la reposición de los elementos de seguridad como las barreras y la señalización.

Por último, desde el Cabildo se pide "máxima prudencia" a los conductores y recuerda que no respetar los cierres de carreteras "no solo es un acto de irresponsabilidad porque supone un riesgo real sino que conlleva una importante sanción".