La actriz Uma Thurman, una de las numerosas profesionales agredidas sexualmente por el productor Harvey Weinstein, ha sido la última en unir su relato al de las decenas de intérpretes que han denunciado actos de índole similar.

Thurman, que conoció al Weinstein a raíz de Pulp Fiction, se había referido a él hace unos meses asegurando que "no merece una bala", pero es la primera vez que cuenta su caso en concreto, tras un silencio que, aseguró, estaba motivado por un "enorme enfado". 

El periódico elegido ha sido The New York Times, al que la estadounidense concedió una entrevista publicada este sábado. En el artículo, relata cómo el ejecutivo cinematográfico "solía pasar horas hablando" con ella. Al principio, sobre su trabajo y su valía. "Controlaba el tipo de películas y directores que eran adecuados para mí", cuenta. 

En una fecha no precisada después de que comenzara esa relación, Weinstein y Thurman se encontraban en la habitación de un hotel en París cuando el productor apareció en albornoz y le pidió que le acompañara a otro lugar mientras hablaban, y acabaron en una sauna.

Cuando llegaron allí, la actriz le preguntó qué estaban haciendo en ese lugar, calificó la situación como "ridícula" y el productor, "muy nervioso y enojado" salió corriendo.

Pero fue poco después en la suite de Weinstein en el hotel Savoy de Londres donde el productor la empujó y trató de abalanzarse sobre ella e "hizo todo tipo de cosas desagradables".

Al día siguiente Thurman recibió un ramo de rosas de Weinstein como disculpa, y aceptó subir a su habitación del Savoy, donde le dijo: "Si les haces a otras personas lo que me hiciste a mí, perderás tu carrera, tu reputación y tu familia; te lo prometo".

Al recordar ahora esta situación Thurman reconoció sentirse "muy mal" por todas las mujeres que fueron atacadas después de ella.